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Los impuestos deben ejercerse con racionalidad, transparencia y honestidad. El uso indebido de recursos públicos por corrupción es inadmisible, como también lo es el despilfarro y su contraparte, una austeridad extrema que pone en riesgo servicios y actividades esenciales del Estado. Las carencias en nuestro país son muchas y por eso indignan tanto los excesos.

Es doloroso ver imágenes de pacientes dejados a su suerte en hospitales públicos por falta de equipo, medicamentos y personal suficiente…. Continúa viendo…