Radiografía de un lugar violento

miércoles, 19 de junio de 2019 · 08:00
Twitter: @MauricioAceves  La historia del hombre ha sido también la historia del homicidio, el contexto de las atrocidades en cultura, tiempo y leyes siempre varía, pero una vida acabándose antes de tiempo es el resumen y el hecho, aunque claro, el fenómeno criminal es un fenómeno complejo, sobre todo en un lugar que se ha acostumbrado a la violencia, por no decir que ha sido violento desde su origen. El documento Patrones y Tendencias de los Homicidios en México publicado por el INEGI a principios de mes, ha sido una herramienta analítica útil para la academia y que responde a la necesidad urgente de generar de políticas públicas para la prevención de actos violentos en un país en el que la tendencia de la incidencia homicida comenzó a crecer hace poco más de una década y que parece enfilarse a una vertical precipitada (entre 2012 y 2014 hubo una interrupción importante de esta tendencia). [caption id="attachment_57303" align="aligncenter" width="500"] Fuente: internet.contenidos.inegi.org.mx[/caption] El reporte antes citado refleja que entre 2007 y 2016 se contabilizaron en México 233 mil 219 víctimas de homicidio (20.1 homicidios por cada 100,000 habs. a nivel nacional en 2016), sin embargo, los hechos no se registran de manera homogénea en el territorio, sino que ciertas entidades concentran desproporcionalmente la mayor cantidad de homicidios, estos focos rojos influyen en la definición de la tasa nacional al presentar indicadores anuales mayores a los 20 homicidios por cada 100 mil habitantes, por ejemplo, Chihuahua registró una tasa de 333.9 homicidios por cada 100,000 habs. en 2010 y Colima de 203.7 en 2017, mientras que ocho entidades presentaron en el mismo periodo de 10 años números de entre dos y 11 homicidios por cada 100 mil habitantes (AGS, BCS, CAM, HGO, QRO, ROO, TLX y YUC). ¿El perfil de las víctimas? En estimaciones aproximadas de 2017, de cada 11 homicidios cometidos en México 10 víctimas son hombres y una mujer, siete de cada 10 víctimas tenían escolaridad básica, mientras que la mitad de las víctimas registradas entre 1990 y 2016 tenían entre 18 y 35 años.
El homicidio es la principal causa de muerte de la población joven en México.
Como dato extra, el INEGI indica en su comunicado Núm. 525/18 que el 88.6% de las defunciones en 2017 se debieron a afecciones relacionadas a la salud, las enfermedades del corazón y la diabetes figuran como las principales causas de muerte. ¿El lugar de los hechos? 70% de los homicidios entre 1990 y 2017 ocurrieron en zonas urbanas, más de la mitad ocurrieron en vía pública; sólo 5% de los municipios concentran más del 50% de las defunciones por homicidio en México (Juárez reunió el 14% de los homicidios ocurridos en todo el país en 2010). ¿La hora de la muerte? El análisis muestra que el riesgo de comisión de un homicidio aumenta en fin de semana, 32.7% de los asesinatos en 2017 fueron cometidos en sábado y domingo, mientras que el 61.4% de los homicidios se cometieron entre las 18:00 h y las 06:00 h; junio y octubre fueron los meses estadísticamente más violentos en el periodo enmarcado entre 1990 y 2017. La formidable publicación del INEGI es el retrato nominal de un ecosistema violento, si bien en sus páginas no referencia las causas del homicidio, se concluye que no es un fenómeno aleatorio y que es posible observar patrones en geografía y tiempo, los cuales son un instrumento útil para determinar políticas de seguridad pública. Cuando de homicidios se trata, la moneda no puede estar en el aire. Esta columna resulta insuficiente para desmenuzar la totalidad del contenido, así que comparto el siguiente enlace para los interesados en consultar el informe completo de Patrones y Tendencias de los Homicidios en México.  

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