La polarización política y social como principal desafío para el Gobierno colombiano

jueves, 23 de mayo de 2019 · 08:10
Twitter: @PJCOMEXI  Por Anna Regina Sevilla Domínguez La unidad nacional constituye uno de los principales objetivos que persigue el Gobierno del presidente Iván Duque en Colombia desde que asumió el poder en agosto de 2018. Sin embargo, para alcanzar la unidad nacional en un país marcado históricamente por la polarización política y social, Duque debe ofrecer resultados en torno a temas clave como la implementación de los acuerdos de paz, el combate contra la corrupción, la reducción de los cultivos ilícitos, la reforma a la justicia y la emergencia social venezolana, mismos que han profundizado la división al interior del país y debilitado sus instituciones. Recientemente, el presidente colombiano manifestó que buscará sacar adelante las reformas que sean necesarias para hacer frente al narcotráfico y la impunidad, tarea que no resultará sencilla debido a las profundas discrepancias que mantiene con la oposición. Pese a la necesidad de que exista un acercamiento con los partidos opositores para alcanzar puntos de acuerdo en la materia, el presidente Duque decidió no incluir a las formaciones de izquierda en una ronda de diálogo celebrada este 20 de mayo para discutir reformas contra el narcotráfico, convocando únicamente a líderes de los partidos Centro Democrático (al que pertenece el mandatario), Colombia Justa Libres, Movimiento Independiente de Renovación Absoluta, Alianza Social Independiente, Partido Liberal, Partido de la U, Partido Conservador y Cambio Radical. Dicha decisión dio pie de manera inmediata a la crítica y el rechazo por parte del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, partido político fundado en agosto de 2017 por los ex combatientes de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras la firma de los Acuerdos de Paz entre las FARC y el Gobierno del entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en 2016. El Gobierno del presidente Iván Duque se encuentra lejos de alcanzar acuerdos que unan al país, no sólo por dejar fuera de negociaciones importantes a las formaciones opositoras sino también por el rechazo que existe entre los partidos afines al Gobierno a los cambios que el mandatario pretende realizar en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), así como a la idea de convocar una Asamblea Constituyente para llevar a cabo reformas de fondo al sistema judicial. La creciente tensión que generan estas diferencias no afecta únicamente los esfuerzos que buscan realizarse para combatir el narcotráfico, la impunidad y la corrupción, sino que pone en riesgo los acuerdos logrados con las FARC, principalmente en materia de justicia, así como la continuidad de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), mismos que actualmente se encuentran estancados. [caption id="attachment_52390" align="aligncenter" width="552"] Fuente: PanAm Post[/caption] La falta de respuestas a los desafíos que enfrenta el país y la carencia de acciones significativas que den rumbo a su Gobierno, ocasionaron que la imagen positiva de Iván Duque cayera paulatinamente desde que asumió la Presidencia, de manera que se ha convertido en el mandatario más impopular de Colombia durante los primeros días de gobierno, en los últimos veinte años. Según la encuesta Pulso País de Datexco, el 68% de los colombianos desaprueban la gestión de Duque. El mandatario colombiano deberá facilitar el diálogo con todas las formaciones políticas para contrarrestar la creciente polarización y alcanzar la unidad nacional.

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