Scorsese sigue siendo el héroe de los antihéroes
Twitter: @jimenaladu
Si algo nos ha enseñado la historia del cine es que después de la Nouvelle vague, el free cinema, el neorrealismo italiano y la nueva ola del cine estadounidense, éste no volvería a ser igual.
Quien le dio identidad al cine hollywoodense después de su época clásica, fue Scorsese, Spielberg, Coppola, George Lucas, Brian De Palma, sin embargo quien introdujo un nuevo personaje a la historia del cine fue sin duda Martín Scorsese con Taxi Driver.
Desde ese momento a la fecha no ha habido nadie que supere a Travis, aunque soy fan de Stanley Kubrick, Alex de Naranja Mecánica no fue ese gran antihéroe, sí es un ícono de la rebeldía, una denuncia al sistema político y policial, un gran retrato de lo que son las pandillas, el abandono familiar, el vandalismo, no obstante...
El gran antihéroe de la historia del cine fue y es Travis.Sin embargo, Scorsese se volvió a superar... esta vez con The Irishman, va más allá. Un padre de familia, un pintor de casas, un sicario es alguien digno de protección y respeto. Es tan incomodo como espectador que no haces más que simplemente ver a través de los ojos de Frank, un tipo que mata a sueldo, pero que al final tiene reglas sociales sobre cómo se debe matar a alguien, defiende a su hija del tendero, no sabe el porqué pero lo golpea brutalmente. El sicario conciliador de la mafia, eso es Frank. The Irishman es un filme que retrata cada suceso de manera fría, tan fría que la violencia no necesita ser mostrada con sangre o con la historia de vida de los personajes, la maldad y la ambición de poder simplemente está en los personajes y eso es todavía más incómodo, pues no se justifica el por qué alguien es malo (como Joker).
Así que no hay más que decir, Scorsese lo volviste a hacer, volviste a dar vida al antihéroe que cambio la historia del cine y que sin duda seguirá cambiándola.
