Twitter: @MauricioAceves

A través de la historia, la estrategia en general para gestionar conflictos se ha configurado a partir de la inclusión de componentes tecnológicos, principalmente en la modernización y potencialización del armamento y en cuestiones logísticas, como lo representan el transporte y las comunicaciones, esto cambia la forma en la que las conflagraciones se desarrollan, por lo tanto, en la forma en la que las analizamos.

Existen nuevas variables y fuerzas que definirán los conflictos armados en la próxima década y en la forma que visualizamos la geopolítica. En el ocaso de la Guerra Fría, el nuevo panorama provocó la necesidad de crear nuevos esquemas de organización militar, abarcando desde definiciones conceptuales en las doctrinas de defensa hasta la reacción en operaciones de intervención directa. Empero, los modelos de defensa occidentales, que habían sido históricamente reproducidos en el resto del globo, se han desgastado y han comenzado a surgir nuevos referentes.

En el artículo These 5 armies of 2030 will redefine Warfare Forever publicado por The National Interest, menciona aquellos ejércitos que están redefiniendo la forma de entender los conflictos y se están convirtiendo en los nuevos referentes mundiales derivados de su potencial en el corto plazo, en adición a sus retos y oportunidades geopolíticas. Emito algunos comentarios sobre algunos de ellos, ya habrá otra ocasión para hablar sobre el papel de EE. UU y China.

  •  India, nación que se encuentra amenazada por insurgencias de diversos géneros, por el separatismo en Kashmir, al tiempo de que atiende una peligrosa escalada de tensiones con Pakistán, por otro lado, con el reto de contener la expansión marítima China en el Océano Índico y específicamente en Golfo de Bengala. Razones por las cuales ha aumentado sus capacidades militares y navales en órdenes convencionales, pero también en el desarrollo de tecnología militar, sector en el que estará compitiendo cabeza a cabeza con naciones que disponen de industrias ya consolidadas. El desarrollo del complejo industrial militar hindú ya está dando de qué hablar y está preparándose para saltar del protagonismo regional a las ligas mayores de la geopolítica mundial.
  • Francia, las pocas amenazas convencionales en su soberanía le ha permitido convertirse en el mástil para el barco europeo y tras el Brexit tomará también el timón militar de la UE. Detrás de la cortina de la moda y la gastronomía, Francia se ha convertido en la mayor fuerza militar que ha visto marchar la Europa continental. Tras la retirada momentánea de EE. UU. en Medio Oriente y África del Norte puede que Francia ocupe el asiento en la cabecera de las negociaciones y en las operaciones militares contra el terrorismo, contando con el soporte de la sexta fuerza naval más poderosa del mundo y de un alto capital diplomático.
  • Rusia, tras el duro desencuentro moral que derivó el fin de la URSS, ha ganando poco a poco terreno y ha recuperado el papel que le ha conferido la historia. Las guerras de la reconsolidación rusa (Chechenia, Georgia, Crimea, etc.) y la silenciosa expansión de su influencia en Medio Oriente y África con permisibilidad occidental parecen denotar su regreso. Convencionalmente le será difícil competir, sin embargo, su consolidación como referente en el desarrollo de guerras híbridas le abrirá camino en la próxima década.

En la próxima década caminaremos hacía un nuevo esquema de seguridad internacional, aparecerán nuevas amenazas, pero también conoceremos nuevos remedios.