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El pasado siempre está ahí y nos persigue hasta encontrarnos y ajustar cuentas con cada uno de nosotros.

Hay quienes apuestan al olvido, esperando que la corta memoria de la mayoría de las personas sea la lápida que entierre cualquier acción de la cual no estemos orgullosos. Sin embargo, el pasado es impredecible y el riesgo de topártelo de frente es tan impredecible como la muerte misma.

Lo anterior viene a cuento por la detención de Genaro García Luna, quien fuera Secretario de Seguridad Pública en el sexenio del presidente Felipe Calderón, quien es acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de brindar apoyo al Cártel de Sinaloa, de quien supuestamente recibió millones de dólares.

García Luna es un siniestro personaje que recibió todo el apoyo del gobierno calderonista para crear una súper Secretaria de Seguridad, entidad responsable de operar la guerra contra las drogas de Calderón.

La detención de García Luna obedece a una investigación iniciada a raíz del juicio al Chapo Guzmán en Estados Unidos. El hecho de que la orden de aprehensión se haya emitido y ejecutado sugiere que la DEA y el Departamento de Seguridad Interna encontraron evidencia suficiente para sustentar la orden de detención.

El expresidente Felipe Calderón dijo desconocer los hechos que se le imputan a García Luna, quien el pasado lunes 9 de diciembre fue detenido en Estados Unidos por supuestamente haber brindado apoyo al Cártel de Sinaloa.

“A cambio de sobornos multimillonarios, el acusado presuntamente permitió que el Cártel de Sinaloa operara con impunidad en México. García Luna fue arrestado por agentes federales en Dallas, Texas, y el gobierno buscará trasladarlo al Distrito Este de Nueva York para que enfrente estos cargos”, informó el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado emitido el 9 de diciembre.

Este hecho le estalló en la cara a Felipe Calderón, en momentos en los cuales se encuentra organizando un nuevo partido político cuya semilla es la agrupación política México Libre.

El expresidente se encuentra muy activo respondiendo a cualquier acusación o insinuación en su contra de parte del gobierno de la 4T. Incluso ha sido protagonista de diferendos importantes con el presidente López Obrador quien, a veces sin mencionar su nombre, lo culpa del legado de violencia y sangre que se inició en su sexenio.

Ahora, con la detención de Genaro García Luna, Felipe Calderón se enfrenta con su propio pasado. Un pasado que marcó su gobierno y que motivó que el partido que lo llevó a la Presidencia de la República, el PAN, perdiera el poder frente al priísta Enrique Peña Nieto.

Los fantasmas de ese pasado están más vivos que nunca y amenazan con tocar nuevamente a la puerta del legado calderonista.

¿Qué tanto afectará a Felipe Calderón la suerte que siga el juicio contra García Luna?

No lo sabemos; pero lo que sí sabemos es que la detención de este personaje ha servido para refrescarnos la memoria de un sexenio donde el tema de la inseguridad y la lucha contra el narcotráfico se convirtieron en una obsesión para el político michoacano.

Calderón elevó entonces la apuesta en su guerra contra el narcotráfico, y la perdió.