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…el legado Bush-Obama / un triunfo más de Trump.
Hace unos años, en el estado de los White Sox, un militar en retiro, que recién regresaba de Afganistán sufrió un ataque de pánico luego que se anotara un home run y los fuegos artificiales hicieran el anuncio a todo Chicago. Ahí me di cuenta de los estragos que causa una inútil guerra. Él, despavorido, tomando de la mano a su pequeña hija intentaba refugiarse debajo de una butaca.
Era un secreto a voces, pero no había sustentos para afirmarlo: la guerra en Afganistán había sido un engaño. Sin embargo, el gobierno norteamericano lo afirmaba: la razón para invadir Afganistán era destruir a Al-Qaeda, sitiar a los talibanes y no permitir se repitiera un 9/11.
The Washington Post cimbra nuevamente la política bélica de la primera potencia mundial. A través de un excelso reportaje, en el cual revisó más de dos mil documentos desclasificados le dio sustento a una teoría popular.
Exclusive: U.S. officials systematically misled the public about the war in Afghanistan, according to internal documents obtained by The Post.
These are The Afghanistan Papers: A secret history of the war. https://t.co/DbCYuP0OrT
— The Washington Post (@washingtonpost) December 9, 2019
Sí, la guerra en Afganistán fue un rotundo fracaso. Por decir lo menos, y sacando conclusiones de los testimonios a los que da voz, ni soldados ni oficiales sabían lo que hacían ahí. El primer problema: ni siquiera tenían un contexto del país y cómo se configuraba a nivel sociopolítico. Eso sí, los Estados Unidos repetían, desde la era George W. Bush, que lo que buscaban era llevar “paz y estabilidad” a una región que, de alguna forma, funcionaba a su manera.
El reportaje recuerda que a los seis meses de la primera invasión (octubre del 2001), “todos los líderes de Al Qaeda estaba muertos”. Entonces…¿era tiempo de volver a casa? Hoy se sabe que diplomáticos y comandantes militares tenían un grave conflicto y no podían responder a una pregunta simple: ¿Quién es el enemigo?
Las cifras de una guerra sin cuartel, sin enemigo y sin estrategia son devastadoras. En los últimos 18 años, más de 775 mil soldados han ido y venido a Afganistán. De esos, 2 mil 300 han muertos. Más de 20 mil han regresado heridos y muchos de ellos han quedado discapacitados de por vida.
Esta ha sido la guerra más larga que ha sostenido Estados Unidos.
Y luego de la penosa actuación en Vietnam no aprendieron la lección. De hecho, así surge todo. El Post, luego que la Oficina del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés), lanzara un proyecto intitulado “Lecciones aprendidas”, buscó desclasificar todos los documentos que esta oficina recabó. Entre ellos, más de 600 testimonios que dieron fe de las pifias de Bush y Obama en la guerra en Afganistán.
Las conclusiones del informe, que se hizo público gracias al reportaje del prestigiado diario, fueron determinadoras: ¿Qué hacemos en el país? ¿Cuáles son nuestros objetivos? ¿Por qué queremos derrotar a los talibanes?
Esas preguntas se han mantenido sin respuesta. Los miles de millones de dólares no sirvieron de nada.
Eso sí, para Trump puede significar una estrella en su corta carrera política.
Recordemos que el polémico presidente, que en breve podría enfrentar un juicio político, ha decidido ponerle fin a una guerra. Ha decidido que los soldados vuelvan a casa. Derrotados, mutilados y preguntándose…¿contra quién peleábamos?