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Sobre la mesa
México tiene múltiples problemas en el tema laboral; sin embargo, el más padecido en este año es la precariedad del mercado. Sí se han generado empleos -aunque con una desaceleración-, pero buena parte de estos nuevos puestos se caracterizan por la mala calidad.
Precariedad es quizá la palabra que mejor define al mercado laboral mexicano y probablemente eso explique el por qué la informalidad y la tasa de presión general ha incrementado considerablemente, esto significa que hay más personas en la calle “cazando” un trabajo.
¿Por qué hay más personas buscando empleo y trabajando en la informalidad?
Sencillo: los empleos formales que se generan no garantizan ni salarios y en ocasiones, tampoco las prestaciones de Ley, para que los trabajadores tengan una vida digna.
En el segundo trimestre de 2019, la tasa de desocupación fue de 3.5% de la Población Económicamente Activa #PEA, proporción mayor que la reportada en el mismo trimestre de 2018, que fue de 3.3%. (cifras desestacionalizadas). #ComunicadoINEGI #ENOE https://t.co/JsbYgVsmgi pic.twitter.com/TT7dZsSiCE
— INEGI (@INEGI_INFORMA) August 14, 2019
Sin afán de exagerar, pero también eso puede ser la respuesta al aumento de trabajadores autónomos, en especial los que se “autoemplean” en plataformas digitales.
A pesar de que el Gobierno federal tiene puesta en marcha una estrategia para garantizar el trabajo digno, al menos en este año de poco ha servido y ese será un reto no sólo para el 2020, sino para el sexenio, pues la tendencia se mantiene.
El 38.5% de los asalariados del país no recibe reparto de utilidades, no tiene vacaciones con goce de sueldo y mucho menos aguinaldo, según el Inegi.
Eso no es todo, en un año esta cifra incrementó al doble en comparación con los trabajadores subordinados que sí tienen acceso a esta prestación.
Por si pensabas que se trata de emprendedores o trabajadores independientes, la respuesta es no. La cifra corresponde a empleados, personas que tienen un patrón y a quienes no se les está respetando derechos básicos que contempla la Ley Federal del Trabajo.
Esto se relaciona estrechamente con los trabajadores que no tienen contrato por escrito, que en 12 meses se sumaron 368,120 personas a esta situación.
Por otra parte, tenemos también 434,761 trabajadores más que no tienen seguridad social. Así es, lo equivalente a decir “en caso de dolor, sóbese solo”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador presume que en este año se han creado 600 mil empleos, es una cifra buena porque representa más que la del primer año de Enrique Peña Nieto, pero es menor a los 900 mil que se generaron en 2018.
Eso muestra la desaceleración, sí hay generación de empleo, pero lenta y en parte es debido al bajo crecimiento económico. Nos tomó más de seis meses cubrir el déficit de 378,561 puestos destruidos.
El problema de México va más allá de la generación de empleo, el reto está también en su calidad. Y por lo menos en este año la tendencia hacia la precariedad ha continuado sin observarse un retroceso.