Twitter: @IngridScarlett
Las personas con discapacidad son un grupo reconocido y visible en el contexto de nuestra sociedad actual, desde el 2006 se aprobó la creación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Uno de sus impulsores para el reconocimiento en México fue Gilberto Rincón Gallardo, quien luchó por los derechos de las personas con discapacidad para que pudieran implementarse políticas públicas, acciones concretas en materia legislativa.

En el presente nos toca reflexionar, por ello el pasado 3 de diciembre se conmemoro el reconocimiento a los derechos de las personas con discapacidad, para fortalecer las acciones para mejorar las condiciones de vida y seguir reconociendo la igualdad de derechos sin dejar a un lado los requerimientos y diferencias específicas que este sector de la población tiene es tarea de todos y todas.
Internacionalmente existe la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en el marco de reconocimiento de derechos se promueve la libertad fundamental y no discriminación, tal y como lo expresa su Artículo 5:
“Todas las personas son iguales ante la ley, y en virtud de ella tienen derecho a igual protección legal y a beneficiarse de la ley en igual medida, sin discriminación alguna”.
Sin embargo estadísticas reflejan que una de cada 3 personas con discapacidad que solicita empleo les es negado por su condición, es lamentable la discriminación que vive este sector, ciertamente las acciones cotidianas son las que nos definen y cuando asumamos como sociedad que las personas con discapacidad son ciudadanos con las mismas responsabilidades y derechos sólo así habremos dado un paso fuerte para reconocerlos e integrarlos completamente a la sociedad.
El respeto protección y defensa de los derechos de las personas con discapacidad es un indicador del grado de progreso de una sociedad, definitivamente los retos para mejorar las condiciones de las personas con discapacidad aún tienen brechas que abatir porque 19 de cada 100 familias tienen un integrante con alguna discapacidad.
¡Respetemos sus derechos y recordemos que la peor discapacidad es no darse cuenta que todos somos iguales!