Twitter: @manu_cota

Greta Thunberg fue figura clave e importantísima para visibilizar, potenciar y amplificar el problema que supone el cambio climático en todo el mundo, su figura logró mover y remover conciencias, movilizar y sumar muchísimos activistas a la causa ambiental y poner foco en los líderes políticos que se muestran escépticos con el cambio climático, sorprende ver como una chica de 16 años logró lo que personalidades como Leonardo DiCaprio o Al Gore no habían conseguido y todo esto gracias a sus “Viernes por el Clima” y las plataformas sociales que le dieron un foro común para darse a conocer.

Es en sus padres y el negocio que la rodea lo que realmente duele de la situación de la niña Thunberg, hija de un actor y productor mediocre y una cantante de ópera de perfil bajo que dejaron “todo por apoyar a su hija” encontraron un suculento modo de vida a costa de sus hijas ya que ahora también están orientando a Beata (hermana menor de Greta) para que siga en diversas luchas sociales, esta pareja está corrompiendo la infancia de sus hijas, ya que se niegan a ofrecerle el tratamiento y la interacción diaria y cotidiana necesaria por el Asperger que padece para tener una relación social sana con sus semejantes, le permitieron abandonar la escuela y un sinfín de majaderías que afectan los derechos de la infancia… unos padres que aplauden que su hija corra riesgo de morir en travesías trasatlánticas innecesarias.

Es en este punto donde muchos pensamos que estos padres tendrían que ser intervenidos por los servicios infantiles de Suecia, exponer a una niña sin escolarizar y con un trastorno, que lee un guión alarmista para dar lecciones a científicos diciendo que le robaron la infancia mientras pasea en el catamarán de la fundación del Príncipe de Mónaco, es un grave acto de crueldad, un robo de infancia y un crimen…

Por todo esto el grueso de la sociedad civil le agradecemos, apreciamos y admiramos el trabajo y servicio realizado pero es tiempo de liberar a Greta, dejarla que vuelva a ser una niña común; es tiempo de dejar a científicos y técnicos hacer el trabajo y que sean las personas realmente preparadas las que se hagan cargo del problema y dejar que Greta crezca sana y feliz, se forme y en un futuro próximo pueda volver a la escena pública preparada para trabajar por ese bien común que tanto ha buscado.