¿Por qué hablar de un golpe de Estado?

Twitter: @RicardoSolano_ Sin que nadie lo hubiera visto venir, el sábado pasado, el Presidente puso en el imaginario nacional y en la agenda pública el tema de un posible golpe de Estado. Esto lo hizo a través de una serie de tweets, ni siquiera fue con una declaración de viva voz. No existe ningún antecedente, información, noticia nacional o internacional que refuerce o apoye la idea de un posible golpe de Estado en el país. Entonces,

¿Por qué imponer en la agenda pública un tema tan delicado de forma tan irresponsable?

Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado.

— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 2, 2019

El Presidente necesita cambiar el discurso de las últimas semanas. Necesita que la opinión pública se avoque a debatir temas que él mismo ponga en la agenda nacional, no temas que le son adversos. Desde el 17 de octubre pasado, el tema que no suelta la opinión pública pese a los múltiples intentos del gobierno federal de justificarse, es la detención y liberación de Ovidio Guzmán. El fallido operativo y el sinfín de incongruencias y mentiras que nos ha contado el propio Presidente y su gabinete de seguridad se discute a diario en los medios de comunicación y redes sociales. Ni todo el arsenal de bots y comentaristas al servicio de MORENA y del Presidente han podido detener la ola de enojo que este incidente despertó en la opinión pública. Medios nacionales e internacionales han puesto el dedo en la llaga señalando la debilidad demostrada del gobierno ante los grupos criminales. Por otro lado, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se metió en un complicado enredo por su indiscreción mientras era grabada por funcionarios del gobierno de Jaime Bonilla, nuevo gobernador de Baja California, al finalizar su toma de protesta. La secretaria dejó ver lo corrupto del gobierno de MORENA a nivel federal y estatal. Lejos de actuar como garante de la legalidad y constitucionalidad en la política interna, actúa según los intereses de un partido político. Eso se llama corrupción. Y si esto no fuera suficiente, el pasado 31 de octubre, el Jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, Alejandro Gaytán, dio a conocer que se utilizarán 150,000 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Esta cantidad es casi el 60% de los recursos del fondo. Esto es necesario porque hay un faltante en los ingresos para poder afrontar el gasto público programado.

Lo cual significa, por un lado, que las políticas de austeridad de la actual administración no han servido para absolutamente nada.

Y, por otro lado, Gaytán reconoció que “la desaceleración resultó más fuerte de lo esperado, ha habido más volatilidad y más incertidumbre de lo que se consideraba y por eso se utilizará el FEIP para amortiguar estas caídas”.

Esto quiere decir que las políticas económicas lopezobradoristas nos están llevando a una crisis económica.

Recordemos que nuestros ciclos económicos tienden a ajustarse conforme los ciclos de Estados Unidos, país que sigue en un ciclo de expansión y crecimiento. Lo cual debería significar el crecimiento de nuestra economía y, por el contrario, no solo se está desacelerando, sino que ya empezamos a decrecer. Esto de acuerdo con los últimos datos proporcionados por el INEGI. Así, éstas son tres razones por las cuales el Presidente está utilizando la estrategia de imponer en la agenda pública un tema tan ríspido y delicado, como es un golpe de Estado, en aras de que deje de hablarse de estos otros temas. Quiere distraernos de lo verdaderamente importante ¿Logrará que los medios vuelvan a hablar de lo él quiere que hablen?