Insatisfacción

lunes, 4 de noviembre de 2019 · 02:01
Twitter: @UZETASUM “I can´t get no, satisfaction” (No logro obtener satisfacción) señala el coro principal de la famosa canción de la banda británica The Rolling Stones, y esto parece aplicarse a la perfección con la ola de protestas y decisiones políticas que estamos viendo en distintos países de América Latina. Podríamos decir que la región, y buena parte del mundo, vive un fin de época que ha sido interpretado por algunos analistas como el rechazo y portazo definitivo a las políticas de corte liberal, calificadas como neoliberalismo. Sin embargo, los parámetros del tradicional análisis político, relativos a gobiernos de izquierda o derecha, no son suficiente para explicar lo que está pasando. Esta ola de movilizaciones y estallidos sociales, ocurridos en Ecuador, Bolivia y Chile, por ejemplo, siguen dinámicas parecidas, pero no hay una situación de movilización permanente, como ha ocurrido desde hace varios meses en Hong Kong. Faltaría ver qué ocurre en Chile, donde las protestas no paran. Pero el hilo conductor de la ola de protestas podría ser la insatisfacción con la situación que se vive en esos países. Algunos análisis recientes, mencionan a la desigualdad como el catalizador de las movilizaciones. Es el caso de la "Calculadora de la Desigualdad”, elaborada por la confederación de organizaciones no gubernamentales Oxfam y el portal peruano de periodismo de investigación Ojo Público, que destaca que en América Latina y el Caribe, el 10 % de la población más rica concentra el 71% de la riqueza. A pesar de que Chile tiene la mejor situación económica de América Latina, la gota que derramó el vaso entre los chilenos es la desigualdad y la exclusión, que se tradujeron en el enojo por el alza de precios del transporte y los productos básicos. Pero también la persistente falta de acceso a educación y servicios de salud. Y la precariedad de salarios y pensiones. Los chilenos se dicen insatisfechos por la situación que priva en su país. Pero también los bolivianos, ecuatorianos y argentinos. Éstos últimos acaban de votar por el regreso del peronismo al elegir a Alberto Fernández, quien obtuvo un arrollador triunfo en las elecciones presidenciales del pasado 27 de octubre. Se habla de la crisis del milagro neoliberal o de cómo algunos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional no son bien vistos en Latinoamérica; por lo pronto, argentinos y ecuatorianos rechazan las recetas de austeridad que recomienda el FMI. Pero en otros casos, como el de los bolivianos, es precisamente la sospecha de un posible fraude electoral la que ocasiona el malestar de la población, harta de los recurrentes casos de corrupción. Lo cierto es que ese nuevo fantasma que recorre la región tiene el rostro de la insatisfacción generada por la situación de exclusión y desigualdad que viven distintos países de nuestro continente. México no es la excepción.

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