¿Y si fue tan 'Buen Fin'?

Twitter: @sofissy En el año de 2011, el Gobierno Federal junto con diferentes gremios de empresas privadas lanzaron la iniciativa del “Buen Fin” como una forma de impulsar a la economía mexicana, la cual continuaba viéndose afectada por la crisis mundial. De esta manera, se buscó que el consumidor pudiera tener acceso a bienes y servicios a un precio menor y en algunos casos hasta con promociones. Ocho años han pasado y la iniciativa conserva aún un atractivo para las personas, quienes “supuestamente” han mejorado su racionalidad de compra a través de la búsqueda de información previa a su compra. De acuerdo con datos de la Cámara de Comercio, Servicio y Turismo (Concanaco y Servytur), las ventas incrementaron alrededor de 7% en comparación con el año pasado, superando al 5% esperado. Sin embargo, a pesar de superar las expectativas, el crecimiento se posicionó por debajo del avance del 20% en 2018 respecto a 2017.

¿Ya sabes qué vas a comprar en el #BuenFin?

Con esta app ? podrás organizar tus compras.https://t.co/2yT77ASkSZ — Gluc (@GlucMx) November 12, 2019

Claramente vemos una desaceleración en el consumo, el cual hay que recordar que representa aproximadamente dos terceras partes del PIB de nuestro país. Con lo que además llama la atención que durante el famoso “Buen Fin” de hace una semana, sí se vieron ofertas importantes en diversos artículos y servicios, pero lo que más se observaron, fueron promociones con instituciones bancarias, siempre y cuando se realizarán compras a meses sin intereses. Lo anterior, es posible a que haya dado lugar a que incrementaran en 25% las transacciones electrónicas respecto a 2018, no obstante, el 36% de las compras se hicieran con tarjetas de crédito o débito mientras que el 63% fueran adquisiciones en efectivo. Por un lado podrías decir que es una buena noticia que hayan avanzado las transacciones electrónicas, ya que esto podría decir que ha aumentado la inclusión financiera por parte de los mexicanos. No lo voy a negar, sin embargo veamos al interior:

¿No querrá también decir esta situación que las personas prefieren endeudarse a varios meses porque no tienen el dinero hoy?

Esto lo pongo de relieve porque la PROFECO dijo que lo que más se adquirió en el “Buen Fin”, fueron ropa y calzado, seguido por electrodomésticos, celulares y accesorios para estos, pantallas, aparatos multimedia y videocámaras, y en último lugar, muebles. Vamos a pensar que la mayoría de las compras de bienes no duraderos (ropa y calzado) fueron a través de efectivo y no a meses sin intereses, que de no ser así podría prender otra alarma sobre la contracción del consumo nacional al cuestionar si sus ingresos son o no, suficientes para comprar un bien necesario como la vestimenta. Otro punto a resaltar es que de acuerdo a una encuesta de la PROFECO, sólo el 40% de la población realizó compras y ¿dónde quedó el resto? Es posible que esta parte no haya participado por falta de ingresos, no quiso o no tenía qué comprar, o prefirió ahorrar. Por último, llama la atención cómo algunas tiendas minoristas prefirieron adelantarse al Buen Fin, lo que alude a que es posible que lo hayan hecho para que les tocara mayor parte del pastel al haber ya previsto una reducción en las compras. En balance, el Buen Fin 2019 efectivamente fue mejor de lo que se tenía previsto pero mostró indicios de que algo no va bien en la economía, esperemos que sólo sea un tropezón y exista una mejoría en los próximos años.