Ofrendas

viernes, 1 de noviembre de 2019 · 10:23
Twitter: @LuzJaimes Breves e inusitados, así eran cuando vivos. Fueron para grandes cosas y soñaron pequeños placeres. Hoy gozan una ofrenda y hacen oda al pan. En vida no comieron calabaza, porqué habrían de comerla en muerte. Obsesivo color naranja el de los muertos. Esta noche permanecemos atentos. Queremos una señal de otro lugar, la posibilidad de regreso. Ojalá vengan y digan que la vida no es corta y que existe algo mejor que el amor en otra parte. Anoche soñé que todo esto es solo un cuento bien contado.
También soñé que yo era uno de ellos, que visitaba casas y tomaba un poco del olor de las ofrendas. Soñé que un aroma era suficiente para flotar. Alcanzaba para todo, hasta para viajar dentro de mi. Ya no lloren, la tristeza no detiene el tiempo y las plegarias no alejan lo funesto. Vengan y toquen los muebles, dejen su tacto sobre las almohadas y un destello de su aroma crisanto a su paso moribundo junto a nosotros cantando. Beban agua para seguir el camino. Aquí encontrarán además cerveza, ron de cuando fuimos a Cuba y mezcal de esa vez en Guerrero. Encontrarán velas con olor a canela, incienso y el aullido de los perros. Tomen y beban de la vida lo que quieran, menos nuestra esencia.