El juego de baseball que sentenció la carrera política de Trump

miércoles, 30 de octubre de 2019 · 02:10
Twitter: @JesusFraRom El presidente más tuitero del mundo, sí, habló de Donald Trump, publicó un mensaje el sábado pasadas las cinco de la tarde. “Algo grande acaba de pasar”. Inmediatamente las especulaciones comenzaron, pero los medios serios se adelantaban. El número uno del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, había muerto. Al día siguiente, Trump dio una breve conferencia de prensa muy de mañana para decir que el terrorista…el hombre más buscado del planeta había muerto como un “perro”.
Se había anotado un triunfo y colgado una estrella sin vestir traje militar.
Los que estaban siguiendo el operativo en directo desde Washington, aseguran que Trump parecía estar viendo una película de acción que ponía fin a cinco años de un Califato autoproclamado que dejó periodistas y miles de civiles muertos. Atentados en casi todo el mundo en nombre de Alá. Era el domingo soñado. Nada podía salir mal.

Primer error

Trump, antes de avisarle a los líderes de las cámaras que conforman el Congreso de Estados Unidos, informó a sus pares en Rusia o Iraq. Nancy Pelosi no lo pasó por alto y lanzó un enérgico reclamo.

Segundo error

En un mal, pésimo diría yo, cálculo político. En un acto de soberbia pura, al puro estilo Trump, decidió asistir al quinto juego de la Serie Mundial en el Nationals Park en Washington. Nada podía salir mal. No hay la menor duda que el baseball es el deporte más popular entre el votante “duro” de Estados Unidos. Ese que llevó a la Casa Blanca a Trump. Sin duda, el mejor termómetro que mediría si la muerte del temido líder del Estado Islámico había calmado los ánimos del juicio político que pueda llevar a la destitución del presidente estadounidense. La respuesta fue unísona: la multitud lo abucheó. Otros más gritaron: “Enciérrenlo”. Y aunque un juicio político no te lleva a la cárcel, sí a la muerte política.
Lo que pasó en el estadio de los Nationals es el mejor indicador que Trump cada vez está más lejos de su reelección y más cerca de un tormentoso juicio político...
...del cual, aunque salga “victorioso”, significará el inicio del fin de su vertiginosa carrera política. Sobre todo porque las reglas políticas del “impeachment” datan de 1798 y son tan imprecisas que ni los mismos legisladores saben a ciencia cierta cuáles son sus potestades ni sus limitantes. Tal vez esa sea la apología más precisa de aquella juventud norteamericana que dejó la Guerra de Vietnam: “Live Fast, Die Young”. Ese podría ser el mejor epitafio para la carrera política de Trump. El presidente 45 de Estados Unidos no tiene opción: volverá, en enero del próximo año, a su lujoso departamento en la Torre Trump ubicada en la Quinta Avenida de Nueva York. Esa donde hipotéticamente y en un ejercicio de poder disparó a sus electores pero no perdió uno solo…

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