MORENA, un PRD perfeccionado

martes, 22 de octubre de 2019 · 02:20
Twitter: @Fercoca

Actos de poder

En 2014, el partido Movimiento de Regeneración Nacional obtuvo su registro ante el Instituto Nacional Electoral. Un años después, irrumpía en el plano electoral y derrotaba al PRD en la Ciudad de México. Era el anticipo de lo que vendría hasta alcanzar la presidencia de México en el 2018.
La mayoría de los cuadros del MORENA fueron militantes del PRD.
Ahí se formaron políticamente casi todos los dirigentes del partido de la esperanza. Por eso no sorprende lo que sucedió el fin de semana. En Iztacalco, el coordinador de los diputados federales de MORENA, Mario Delgado, no pudo ser electo como consejero porque la asamblea en la que participaría se suspendió. En Coyoacán, la disciplina y el orden en la asamblea de MORENA en la que participó Bertha Luján, se impuso y la expresidenta del Consejo Nacional (renunció en la víspera del encuentro) arrasó con 292 votos para reelegirse como consejera. Ambos personajes, Luján y Delgado, aspiran a presidir MORENA. Por eso es destacable que en Coyoacán sí se realizará la asamblea electiva y en Iztacalco no.
Los morenistas traen una disputa que supera las pugnas en el PRD.
Si en el partido que fundó el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas las tribus y corrientes pervirtieron la convivencia política, en MORENA, a cinco años de su fundación, los han superado. Durante los primeros años del PRD, las figuras de Cárdenas, Muñoz Ledo y López Obrador se impusieron ante los grupos de interés del perredismo. Cuando la tribu comandada por Jesús Ortega se hizo del partido, la vida interna se prostituyó. ¿Qué está pasando en MORENA? Lo mismo que sucedía en el PRD, pero ahora con las prácticas más “refinadas”. De plano, los adversarios de los dueños rasuraron el padrón de militantes, así no hay manera de que les quiten el “liderazgo”. El tema del padrón es tan grave que la misma presidenta MORENA, Yeidkol Polenvsky, lo cuestiona. Un padrón de militantes cuestionado en un partido con cinco años de vida es una señal de descomposición total. MORENA debería reconsiderar la renovación de sus dirigencias. Si se dan tiempo para limpiar su padrón, para dar de alta a los que deben de estar, ya no debería existir conflicto en las asambleas. Los gritos de que denuncian fraude en las asambleas de MORENA recuerdan cada reunión electiva en el PRD. A los caciques de MORENA no les importa que sus bases les recuerden que sus máximas son No Mentir, No Robar y No Traicionar, esas que las cumplan los militantes, no los dueños de las tribus y corrientes que viven en el partido que no sería como los demás. La Letrina. No habrá renuncias en el gabinete de seguridad ni de comunicación luego de la crisis de Culiacán. Los gritos desaforados de los opositores solo afianzarán a los señalados en sus cargos.

Otras Noticias