Feminazi: Marea Verde

miércoles, 2 de octubre de 2019 · 02:11
Twitter: @Pattriciacoss Es dichoso saber de cada vez más mujeres con mayor injerencia en la vida pública, conocer líderes que toman las universidades en aulas y/o protestas, que aparecen en portadas de revistas, deportistas, artistas, famosas y otras tantas del género que ejercen oficios y profesiones, todas distintas y brillantes. Con algunas políticas públicas llega a parecer que los tiempos oscuros para las mujeres quedaron atrás, sin embargo, las desventajas prácticas continúan mostrándose. Ser mujer y ejercer tus derechos como tal, es cuestión de género, pero también de pobreza y de las condiciones que tal estado de indefensión conlleva, sin dejar de lado factores diversos como la raza, educación, lugar de origen, demarcación geográfica, estado civil, etc. Aplaudo esas mujeres que han avanzado, pero aún queda mucho por qué luchar, una de las discusiones prioritarias es la despenalización del aborto, a la par de una política digna de interrupción legal del embarazo. Por ello y con los eventos suscitados en las manifestaciones de la “Marea Verde” hay que repensar cuales son las prioridades, cómo se evitarán los riesgos en cuanto daños a personas y propiedades, pero primero la forma de hacer gobierno con quiénes hoy rigen y cómo seguir progresivamente la garantía de los derechos humanos para grupos históricamente vulnerados. Cabe señalar que por las protestas de causas de género siempre hay más juicios de valor que propuestas de avance, no es sorpresa que también con la manifestación del fin de semana reciente reinar más descontento y señalamientos que nada, acusaciones por actos vandálicos, ofensas a mujeres y grupos feministas supuestamente empatizando por destrozos que (en eso concedo la razón) perjudican a quiénes no llegan ni a tener “vela en el entierro”. La realidad es que les guste o no, se hacen exigencias que corresponden pero ningún gobierno ha tenido el valor de otorgar, los derechos se cuestionan con una dizque lógica a todas luces retrógrada y vencida ya hace tiempo con ciencia. Por favor, dejemos de perder el nudo de la conversación y retomemos la discusión en torno al derecho a la libertad y el libre desarrollo de la personalidad; es cierto que legalmente todas las opiniones cuentan, empero, no todas las ideas construyen. A eso apuntemos, construir para las mujeres de todos estados, entidades, sectores, limitaciones, sueños.
Con ambientes laborales adversos, acoso, políticas públicas sin perspectiva de género, violencia de todo tipo y odio de por medio, las mujeres soportan y afrontan circunstancias que al hombre no le tocan por consigna social.
En una época en la que podemos votar pero no decidir sobre nosotras mismas, la consciencia social y política es inútil, mucho gracias a los funcionarios y representantes que legislan y deciden a conveniencia partidista o moralina, a ellos que dejan de lado a más de 61 millones de mexicanas.
El Estado Mexicano no ha podido garantizar nuestros derechos a la vida, a la salud, al trabajo en condiciones estables e iguales, libertad es lo que exclamamos, vivir, lo que pedimos, aborto legal, seguro y gratuito para todas exigimos.

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