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El mundo de las redes sociales ha abierto un abanico de posibilidades para la movilización social y la denuncia ciudadana, en las que la sociedad puede expresar su opinión, a favor y en contra, de ciertas causas y eventos de relevancia nacional e internacional. Este fenómeno mundial, ha servido para que las personas se manifiesten y den a conocer temas que los medios tradicionales no necesariamente cubren, o que, por razones políticas, reputacionales, etcétera, no siempre son abordados.

Si bien es cierto que la interacción instantánea a través del Internet ha sido catalogada como inmanejable y vasta, se puede afirmar que ningún otro medio de comunicación ha tenido una capacidad de penetración tan rápida y descomunal como lo ha tenido la red, además de ser una forma de manifestación barata, que ha cambiado sin duda las reglas del juego del activismo social y los movimientos de las masas.

Claros ejemplos de esto son las campañas a presidencia de Barack Obama en 2008 y Donald Trump en 2016, así como la de Jaime Rodríguez “El Bronco” para gobernador en 2015, en donde utilizaron las redes sociales como una efectiva estrategia de operación, de “networking” y de reclutamiento de voluntarios.

En contraste y en una perspectiva negativa, el grupo terrorista Estado Islámico (EI), ha volcado todos sus esfuerzos en las plataformas digitales para dar a conocer su campaña propagandística, mostrando de manera constante sus atrocidades, e invocando a sus seguidores a perpetrar actos de terrorismo. Incluso, publica su propaganda en YouTube, Facebook y Twitter, con traducciones a otros idiomas, y los miembros del grupo responden a preguntas en tiempo real.

Por otro lado, como instrumentos de denuncias, las redes sociales han sido fundamentales para los movimientos contra el abuso sexual, el acoso, la discriminación y la desigualdad en el lugar de trabajo, como lo fueron #MeToo, #TimesUpy las recientes protestas en la Ciudad de México.

Finalmente, cada vez es más evidente y palpable el poder de las plataformas digitales. La ciudadanía está más atenta a lo que hacen sus pares y sus gobernantes, lo cual ha permitido que se puedan pronunciar sobre temas que les interesan, les preocupan, les indignan o les afectan, para poder así influir en las decisiones tomadas por aquellos que ocupan un puesto en el poder.

Las redes sociales han permitido la democratización de los flujos de información, y con ello, se ha empoderado a la sociedad y a los individuos.