La certeza sísmica de la Ciudad

jueves, 10 de octubre de 2019 · 02:21
Twitter: @Manuel_JafetPV La historia de México no se imagina sin su capital. Vivimos en la ciudad más grande del hemisferio occidental. Una de las más antiguas, en América y de las 10 más ricas del mundo. Más de 20 millones de personas convergen en sus calles. Al mismo tiempo, es una ciudad con alta vulnerabilidad sísmica, dado que se encuentra cercana a zonas epicentrales y experimenta sus efectos. El terremoto de 1985, de 8.5 grados, evidenció la falta de organización institucional para prevenir y mitigar desastres. El gobierno de Miguel de la Madrid recibió fuertes señalamientos por la lenta respuesta a la crisis y la falta de coordinación para dar acceso a ayuda humanitaria internacional. La cifra de muertos asciende a 6.000 muertos por la catástrofe. 2.800 edificios sufrieron daños estructurales y 880 fueron derrumbados totalmente por el sismo.
El gobierno no tenía capacidad para atender la emergencia. Tampoco se contaba con recursos para costear la reparación de los daños.
32 años después, el 19 de septiembre de 2017, el suelo bajo la Ciudad de México se cimbró de nueva cuenta. Un terremoto de 7.1 grados azotó la zona central del país y nos volvió a recordar la fragilidad sobre la que habitamos. En la Ciudad de México se tiene el conocimiento de que a causa del sismo fallecieron 228 personas. El terremoto dejó sin hogar a miles de personas, modificó su dinámica diaria y creo condiciones de vulnerabilidad. Muchos aún continúan en campamentos improvisados o padecen deficiencias de infraestructura dañada. Ante la destrucción se dio una ola de participación ciudadana de manera inmediata. Cientos salieron a las calles para levantar escombros y buscar sobrevivientes, otros tantos se organizaron para recolectar vivieres y enviar a los lugares en donde hicieran falta. En las principales ciudades de los estados se agruparon caravanas de personas para salir a auxiliar a los municipios de difícil acceso y cuya marginación estructural los colocaba en mayor vulnerabilidad. Recuerdo que pasados los días alguien me llego a preguntar el porque no seguía recogiendo escombros en mi ciudad. Mi respuesta fue que la urgencia ya había pasado, faltaba ver cuales serian las políticas y acciones para reconstrucción. Hasta cierto punto era previsible que lo que se propusiera cojearía de dos patas: la falta de seguimiento a mediano plazo y la ineludible corrupción en torno a recursos públicos. La consigna, desde la sociedad civil, era la de tener un política transparente y con resultados. Para ello se conformaron iniciativas como #Epicentro, mientras que organizaciones como Nosotrxs y MCCI impulsaron acciones para hacer más transparente el uso de del financiamiento destinado para la reconstrucción Mientras que en la Ciudad de México la actual administración presentó un plan integral y varias reformas a la Ley de Reconstrucción. La política actual busca restituir el derecho humano a la vivienda digna y adecuada de las personas damnificadas. A esta labor se sumó el colectivo #ReconstrucciónTransparente de Nosotrxs. Grupo de ciudadanos que han estado comprometidos con una reconstrucción transparente y con apego a derechos. Desde marzo el Consejo Consultivo para la Reconstrucción, presidido por Mauricio Merino, ha trabajado como órgano asesor que acompaña el seguimiento y evaluación de los objetivos y metas planteados en el Plan Integral. A la fecha, la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México identificó 16,504 viviendas unifamiliares y 403 multifamiliares afectadas. Para el mes de agosto 1,689 viviendas unifamiliares estarían en proceso rehabilitacio?n y 1,311 en reconstruccio?n; 275 multifamiliares sera?n rehabilitadas y 110 reconstruidas. Se busca que a finales del 2019 los inmuebles a intervenir hayan iniciado todos los procesos administrativos, y que la mayor parte de las viviendas afectadas tengan una fecha de inicio de obra. La política actual cuenta con objetivos claros. La consigna es no dejar a nadie atrás. La alta sismicidad en México tiene como principal causa la interacción entre las placas de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe. Hay cierta certeza al decir que en la Ciudad de México volverá a temblar.

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