Twitter: @Valeria_mg_14
Sin duda, la semana pasada fue de gran alboroto y opiniones encontradas en torno a un tema que nos preocupa a muchos, pero que nos ocupa a pocos, la violencia contra las mujeres.
Es un tema doloroso y el cual no parece tener solución clara e inmediata; que si las pintas a monumentos están o no justificadas y demás debates absurdos que no resuelven el problema de fondo y sólo quitan la atención del ojo del huracán; los feminicidios, abusos y violaciones que se comenten diariamente en nuestro país.
Hoy quiero aprovechar este espacio, para comentar la indiferencia que existe en “La Universidad de la Nación”, en lo relacionado a la violencia de género. Todo esto por el tan sonado caso de la menor abusada dentro de las instalaciones de la Escuela Nacional Preparatoria #3 “Justo Sierra, (de la cual soy egresada).
No es desconocido que el bachillerato de esta Institución académica es de las primeras y más solicitadas opciones en la selección del Concurso de Asignación a la Educación Media Superior (COMIPEMS)
Según cifras de COMIPEMS; 175 mil 286 estudiantes de 310 mil 159 aspirantes, es decir, poco más de la mitad de los aspirantes, solicitaron sus planteles como primera opción, y según cifras oficiales sólo recibirá este año a 34 mil 543 alumnos nuevos; el puntaje mínimo para ingresar es de 103, el cual varia conforme a la demanda.
Tan solo para el año 2016, la prepa 3 ofertó 1,300 lugares para primer ingreso de 7,671 aspirantes que la solicitaron. Lo cual deja en evidencia la alta demanda que tiene este plantel.
Estudiante denuncia que la drogaron en la Prepa 3; la UNAM suspende a un trabajador https://t.co/1ECfNfEmpL pic.twitter.com/TIK6zse6A9
— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) August 14, 2019
Por ello toma mayor relevancia lo sucedido el 8 de agosto pasado a la menor de tan sólo 15 años, que relata que fue drogada, abusada y abandonada semidesnuda dentro de la preparatoria.
¿En qué momento el sueño de entrar a la UNAM se convirtió en la peor pesadilla de una quinceañera?
La respuesta es sencilla, ante la ineficacia, pero sobre todo la indiferencia de las autoridades del plantel.
Los que estudiamos en ese plantel sabemos que el director en turno, no contaba con el perfil más apto para ocupar el cargo en el cual lleva apenas 2 años.
Pero lo sucedido a la niña refleja, la poca eficacia del personal de vigilancia que, en primer lugar, debían evitar que extraños sin credencial entraran al plantel, en segundo lugar, la incompetencia de los prefectos de no vigilar el interior, ellos debieron percatarse que una alumna se encontraba inconsciente y que estaba siendo abusada. En tercer lugar, la poca empatía por parte del directivo Enrique Medina López el cual acusó a la adolescente de forma despectiva; y por último la poca solidaridad por parte de los estudiantes del plantel de ser indiferentes y permisivos al ver que su compañera estaba siendo abusada frente a sus ojos.
¿De qué sirve pasar un examen de admisión con mínimo 103 puntos, si al llegar al plantel podemos ser abusadas y discriminadas por el hecho de denunciarlo?
La UNAM es el proyecto educativo más importante de México y uno de los más grandes de Latinoamérica, pero lamentablemente este proyecto educativo no podía ser ajeno a la violencia sistemática en contra de las mujeres.
En la Universidad se sufre diariamente acoso por parte de profesores, directivos, trabajadores y comunidad universitaria, la cual se agudiza por la falta de protocolos de atención, la falta de sensibilidad por parte de las autoridades educativas y el ineficiente proceso de denuncia
No digo que todo en mi amada Universidad sea malo, sólo lamento que la violencia dentro de ella se encuentre tan normalizada, y que las víctimas de ésta, tengan que luchar contra directivos que discriminen y pongan en duda lo dicho, compañeros que se burlen de lo acontecido y además de autoridades de gobierno que dificulten el acceso a una justicia pronta y expedita.
Por otro lado, quiero reconocer a la comunidad estudiantil que se organiza y solidariza con lo acontecido dentro y fuera de nuestra universidad. Los diferentes colectivos que se auto gestaron en los planteles, han sido los espacios que han permitido visibilizar la enorme cantidad de víctimas de violencia sexual dentro de la UNAM.
Lo preocupante es que la Máxima casa de estudios, también es la casa de cientos de agresores sexuales que viven en el anonimato por la falta de atención real al problema, por la indiferencia de los directivos y por la insensibilidad de la sociedad en general, que cuestiona a las valientes víctimas que alzan la voz para denunciar lo que sufrieron. Esta columna, es un llamado a ser solidarios, a como sociedad no poner en duda lo que las víctimas denuncien. Creamos en ellas y dejemos que las Procuradurías determinen la veracidad de los hechos. También es un llamado a las autoridades de gobierno en los diferentes niveles a garantizar procesos conforme a derecho y velando en todo momento por la protección a las víctimas.
Amar a nuestra alma máter, es amar a México, agredir sexualmente a mujeres dentro de sus instalaciones es dañar a nuestro país.
En la Universidad de la Nación no se pueden tolerar mas casos como el de una alumna de 15 años abusada en su interior.
No podemos seguir viviendo violencia sexual dentro de las aulas del proyecto educativo más importante de México, que el sueño de ingresar a la Universidad más importante de Iberoamérica no se convierta en la peor pesadilla que una mujer puede vivir, alcemos la voz, organicémonos hasta sacar a los abusadores de nuestra amada universidad.
¡Por mi raza hablará el espíritu!
#NiUnaMas
#YoSiTeCreo
Fuentes