Twitter: @IngridScarlett
El concepto de vivienda digna y decorosa es mencionado en nuestra Carta Magna y hace referencia al derecho que tenemos los mexicanos de contar con un espacio para habitar, un espacio que nos permita vivir dignamente y con decoro. Pero desde un sentido filosófico ¿qué es lo que entendemos como digno y decoroso?
La RAE define como digno todo aquello que puede aceptarse o usarse sin menoscabo, mientras que decoroso es aquello que brinda la calidad de vida necesaria para que la dignidad no sufra menoscabo.
Pero más allá de los conceptos, más allá de los datos, cifras, es un problema que indigna…les contaré una historia de una mujer:
Durante más de 30 años ha rentado, ha trabajado toda su vida, pero no ha podido comprar una vivienda propia, por las demandantes responsabilidades que implica ser madre en un matrimonio fallido donde la figura paterna está ausente, donde el “hombre” que tanto se molesta de ver una mujer independiente, donde un “hombre” que debería ser proveedor de un hogar se contradice al no cumplir con su principal deber ante tres hijos, y así la mujer trabajando toda su vida para darle alimento y sustento a sus hijos no ve la forma, no ve la manera de cómo darles un techo propio a sus hijos trabajando el comercio informal, donde no hay prestaciones, donde no hay privilegios para obtener alguna facilidad para lograr eso sueño.
Cada determinado tiempo tiene que mudarse porque los propietarios quieren aumentar el costo de la renta, pero cada año que pasa todo aumenta, la comida, el vestido, los servicios básicos, es un ciclo aparentemente interminable.
Y ahí va esa mujer, cargando sus cosas, sus pertenencias que han sido fruto del trabajo de toda su vida y ya con más de 50 años no podrá jubilarse porque siempre trabajo por su cuenta, está enferma y sus hijos tienen ese mismo problema heredado por una sociedad injusta, por un mal enfoque de los tomadores de decisiones que dicen deberían proveer a las ciudadanos las facilidades para obtener su casa, porque el salario que ellos ganan ya ahora siendo mayores de edad es precario e insuficiente, no importa cuánto ahorren, no importa cuando se tengan que limitar personalmente, comprar una casa sigue siendo un sueño…
La situación para adquirir una vivienda en México es un problema público, pues en menos de 10 años los departamentos han duplicado su costo y esto genera que las posibilidades de para que las y los mexicanos logren su sueño de adquirir una vivienda propia sean casi nulas.
Los que son trabajadores del Estado, generan recursos financieros que se conforman con las aportaciones de las Entidades y Dependencias afiliadas en favor de sus trabajadores, y su actividad se sustenta al favorecer el procedimiento de otorgamiento de créditos para vivienda.
¿Pero y los demás? Que no forman parte del servicio público, donde queda nuestro derecho para adquirir una vivienda digna como lo enmarca el Artículo 4 de la CPEUM.
En promedio los departamentos nuevos rondan entre los 3.5 millones de pesos, las restricciones de suelo hacen difícil construir una vivienda a precio accesible, el panorama es deprimente para las familias de clase media porque con un ingreso de 20 mil pesos al menos, no es suficiente para costear la compra de una casa propia.
En la Ciudad de México sólo 1 de cada 10 personas puede adquirir una vivienda propia.
Más del 50% de las personas que buscan adquirir vivienda buscan algo menor a 2 millones de pesos pero la realidad, es que la vivienda que se construye en la Ciudad de México aproximadamente un 80 % está por encima de ese precio.
Las autoridades en México deben trabajar en mecanismos para otorgar vivienda a todos, el contar con un hogar digno es primordial para todos, falta mucho por hacer en torno a este derecho fundamental para todas y todos los mexicanos, la vivienda digna, como política pública debe fortalecer el bienestar de millones de familias mexicanas y debe convertirse en una estrategia fundamental de gobierno, para atender las problemáticas que enfrenta este sector.
Mientras así seguirán escuchándose miles o quizá millones de historias como esta que les conté, porque si los que son tomadores de decisiones nunca han padecido de esta terrible sufrimiento de no tener una casa propia como podrán entender lo difícil y doloroso que es….