Twitter: @sofissy

A finales de 2018, en Bursamétrica estimábamos un crecimiento más menos un punto porcentual, mucho medios nos decían que éramos muy pesimistas. ¿Por qué estimábamos esto?

El año pasado ya veíamos fuertes represalias en la economía global por la fuerte guerra comercial que había estado implementado Estados Unidos respecto al mundo, al argumentar que ellos no se han visto nada beneficiados en el comercio internacional.

Fuente: altonivel.com.mx

 

Al mismo tiempo, que Japón crece-no crece, Europa ha traído varios desbalances como Grecia con problemas deficitarios en el Gobierno, Italia retando a la Comisión Europea por estar sumamente endeudado, o Reino Unido que a pesar de votar de querer salir de la Unión Europea, nada más no se sale, que con las advertencias comerciales estadounidenses, ha mostrado débiles niveles de actividad económica.

Por otro lado, se profundizó la expectativa de que presentaría menores tasas de crecimiento en el corto plazo. En el caso de México, el año pasado todo medio se equilibró cuando por fin se alcanzó un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, que hasta el momento no ha sido aprobado por el congreso estadounidense y se desconoce si será en el corto plazo.

Sin embargo, recordemos que la nueva administración puso nerviosos a los inversionistas en cuanto a las cancelaciones de proyectos importantes (ya sabes cuáles así que no profundizaré) y sus deseos de ser el principal inversor en Pemex, señalando que aceptar inversión de la iniciativa privada permite que haya menor riesgo de pérdida.

Este año se profundizó el sentimiento de una desaceleración económica mundial (no necesariamente recesión).

Europa comenzó a crecer pero cada vez en menor medida, China mantiene fuertes tasas de crecimiento pero en comparación con el año pasado son menores, Japón sigue creciendo-no creciendo, América Latina con presiones, mientras que Estados Unidos conserva una actividad económica con ritmo moderado.

Lo que normalmente pensaríamos, independientemente del panorama en el mundo, si a Estados Unidos le va bien pues a México también por la fuerte relación que hay entre ambas economías. Sin embargo, esto se ha desvanecido, notablemente el Indicador Global de la Actividad Económica mexicana no mostró cambio durante el mes de mayo y en el comparativo anual arrojó una tasa negativa de -0.3% y de acuerdo a datos oportunos del Producto Interno Bruto del segundo trimestre apenas creció 0.1% desde una caída de -0.2% en el trimestre previo, mientras que anualmente presentó un incremento real de 0.4%, superior al 0.1% del periodo de enero a marzo.

Me dirán pues crecimos que es lo importante, lo que viene ahora ¿será sostenido? ¿Estaremos en la famosa recesión técnica? Vayamos respondiendo, ¿conocen a personas que las hayan despedido recientemente? Yo les puedo decir que conozco a varias y no necesariamente que les haya tocado el recorte de plazas gubernamentales.

A esto hay que agregarle el efecto de la inseguridad, causado por carteristas, extorsiones, asaltos, secuestros, entre otros, que mes tras mes hemos observado como se ha ido profundizando en todo el país, ¿cuántos negocios han cerrado por este motivo?

Ustedes me disculparán pero esto no se resuelve únicamente con el famoso discurso de la “lucha contra la corrupción” que tanto hemos escuchado, esto se resuelve implementando proyectos y/o herramientas para luchar con este problema.

A lo mejor no todo pinta tan mal como muchos analistas y medios nos lo presentan, pero poco a poco hemos visto como nuestro entorno ha comenzado a deteriorarse.