Twitter: @AlfiePingtajo

Miguel Barbosa resultó gobernador electo de Puebla y una de sus primeras iniciativas fue anunciar el regreso de la Secretaría de Cultura Estatal. Habrá que decir que esa propuesta se comenzó a trabajar en el corto tiempo que gobernó Martha Erika, antes del fatal accidente que le quitará la vida, pero es a Barbosa a quien le tocó concretarla.

Para nadie es secreto que -en la época de Moreno Valle- Puebla vivió una especie de oscurantismo cultural.

De tener un Festival Internacional de Puebla posicionado a la par del Cervantino, una Galería de Arte Contemporáneo, una Casa Refugio: Casa del Escritor que, además de albergar escritores perseguidos, era espacio para forjar las nuevas plumas literarias de Puebla; pasamos a tener poca proyección nacional y a eliminar una Secretaría de Cultura Estatal que era pionera en el país, pues en su momento Puebla había sido el primer Estado en darle a la Cultura una categoría de Secretaría.

En su lugar se creó un Consejo Estatal de Cultura que en sus primeros años fue comandado por Saúl Juárez y posteriormente por Moisés Rosas, empero ambos partieron a la Federación para incorporarse al Conaculta por invitación de Rafael Tovar y de Teresa y con sus partidas las esperanzas de volvernos a posicionar a nivel nacional murieron.

Julio Glockner Rossáinz -antropólogo de carrera y que recientemente se desempeñaba como titular de la Secretaría de Arte, Cultura y Turismo Cultural del municipio de San Andrés Cholula- fue designado por Miguel Barbosa como el nuevo secretario de Cultura Estatal. Julio es un hombre auténtico de izquierda y un hombre que quiere Puebla y sabe del tema, aunque la burocracia cultural no sea del todo su fuerte.

La tarea de Julio es tremenda, no sólo le tocará reanimar una institución gubernamental que estaba a punto de caer en coma, también tendrá que recuperar cosas que se perdieron en el camino y reconstruir una estructura similar a la que existía o inventarse otra que pueda responder a las necesidades culturales del Estado.

Otro de los grandes retos será sumar en su equipo a personas con el perfil adecuado y hacer alianzas con personas que permitan y ayuden a recuperar el nivel y prestigio cultural que tenía Puebla.

Julio tendrá que negociar con el sinfín de grupos o mafias culturales de Puebla para que sumen a favor del Estado y no se conviertan en los principales enemigos. A la par tendrá que generar políticas culturales que reconozcan el camino cultural que trazaron personas como: Héctor Azar, Don Pedro Ángel Palou Pérez, Pedro Ángel Palou García e incluso Alejandro Montiel Bonilla y dé espacio a las nuevas generaciones que traen visiones refrescantes. De igual forma, deberá cuidarse de esos gestores culturales que a conveniencia reconocen a su padre cultural o lo traicionan y desconocen.

Deseo que la labor de Julio Glockner sea fructífera para Puebla y sepa amalgamar la visión cultural de la 4T con la necesidad cultural de Puebla de volver a colocarse en el mapa de México como un centro cultural de alto nivel. Puebla necesita un secretario que sepa darle espacio a las mal llamadas “cultura de élite” y “cultura de bajo nivel o popular”.

El camino lo supieron trazar tanto Don Pedro Ángel Palou Pérez como su hijo Pedro Ángel Palou García, sólo habrá que recuperar el sendero extraviado y adecuarlo a las necesidades contemporáneas.

Ojalá en este periodo recuperemos la Galería de Arte contemporáneo, la Casa del Escritor, La Compañía Estatal de Teatro, la Compañía Estatal de Danza y se apueste por la creación de agrupaciones de música académica contemporánea, se reimpulse a las orquestas del CECAMBA y Puebla vuelva a tener presencia de exposiciones de alto nivel.