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“El derecho es una ordenación normativa del comportamiento humano, lo que significa: un sistema de normas que regulan el comportamiento humano”.

-Hans Kelsen 

Quiero empezar esta colaboración con dos declaraciones.

1.-Aplaudo sin reservas que nuestro presidente haya firmado ante notario un compromiso de no reelección hace unos días.

2.- Desde este espacio de análisis censuro y rechazo a aquellos partidarios suyos,  estúpidamente radicales, que están haciendo circular en redes sociales el rumor de que no se puede reelegir pero sí ampliar su periodo sexenal. Con esto solo enturbian y dañan el acto de Andrés Manuel, que busca dar certeza.

Ahora que lo he dicho, quiero explicar ambas para que no se caiga en mayores  errores de interpretación. Es cierto que el período presidencial está fijado por nuestra Constitución que, a la letra, dice:

“El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o sustituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”, fin de la discusión.

En otras palabras, el presidente NO ESTABA OBLIGADO a hacerlo. La Constitución que  juró defender y respetar dice que su cargo durará seis años. Pero aun así firmó un compromiso para que aquellos que están atacando su gobierno con el argumento reeleccionista vean que no es su intención. Eso es lo que hace un demócrata.

Y precisamente por eso, que haya personas que piensan que lo sucedido en Baja California es remotamente legal y lo usen para “apoyar” la continuidad de su mandato insinuando que se puede usar el mismo mecanismo para ampliar su propio período son una punta de palurdos que le hacen un flaco favor a AMLO y al país. Estas declaraciones pro reelección y ampliación se podrían convertir en un problema mayúsculo para el presente gobierno. Este tipo de planteamientos lo hacen aquellos que sueñan con una dictadura.

Dicho malentendido fomenta una de las perores características del mexicano, nuestra arraigada actitud de tratar darle la vuelta a las leyes y tratar de salirnos con la nuestra.

Es cierto que la Constitución no dice expresamente que no se puede ampliar el período para el que es elegido un gobernador o, en su caso, la ampliación de un Presidente de la República en funciones. Pero no tiene que decirlo.

Al marcar que un presidente dura seis años en el cargo la Constitución es clara y no tiene vuelta de hoja. Lo mismo juega cuando se habla de reducirle el período para el que fue electo (excepto en casos extremos, como su muerte), pues ya no serían seis años. Así pues,  ¿pa´que tanto brinco estando el suelo tan parejo?

Sin embargo, por lo que he leído en redes sociales, creo que debo añadir una tercera declaración:

3.- Esos que dicen que una consulta popular podría definir si se puede promover una reelección también están dañando al presidente y al país, son aun peor de ignorantes que los que dicen que se puede reelegir.

Sin duda la democracia directa que promueve el uso de una consulta popular tiene muchos puntos favorables, pero los que dicen una perogrullada de este tamaño olvidan algo: los alcances de la consulta están marcados por la Constitución y entre ellos no está legitimar a un funcionario público para que ignore lo que dice la misma Constitución. No por nada se llama la Carta Magna y lo que  ella no permite de forma expresa, especialmente al hablar de comportamiento de los gobernantes, simplemente no puede ocurrir.

Recapitulemos

El acto de AMLO no era necesario en sentido estrictamente legal, pero abona en favor de mejorar el ambiente político y clarificar el rumbo de su administración, es un gesto conciliador. Que sus partidarios mega-hardcore digan que se puede ampliar o reelegir su mandato, con cualquier triquiñuela ignorante solo es una acto de mala fe que lo daña y elimina el efecto positivo buscado por la presidencia. Punto.

Lo que corresponde ahora es que dejemos atrás las vísceras y empecemos a pensar con la cabeza fría. Solo así podremos entender que el gobierno tiene aciertos que debemos reconocer y errores que debemos de criticar, pero siempre  ánimo de mejorar la situación de nuestro país.

¿No lo cree querid@ lector@?