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Se dice que las crisis sacan muchas veces lo mejor que existe en la especie humana, que cuando el mundo parece convulso, las personas nos sensibilizamos y creamos una red de cooperación y entendimiento con los demás. Teóricos afirman que este comportamiento es un mecanismo de defensa para que podamos sobrevivir en situaciones de riesgo, algunos más aseveran es parte de una correlación social y emocional que varía acorde a los contextos.

Numerosos acontecimientos en la historia de la humanidad pueden insertarse en dichas hipótesis. Dentro de los dos últimos siglos podemos resaltar los sismos que han ocurrido en territorio mexicano tanto en 1985 como en 2017, los tsunamis en Japón e Indonesia, la primera y Segunda Guerra Mundial; fatalidades que nos ilustran sobre el poder cohesivo de la tragedia, donde la agrupación de la sociedad es la clave para poder sobrellevarlas y salir adelante.

Una película que retrata este rasgo empático y de resistencia ante la catástrofe es Hijas del Sol (Les filles du soleil, Francia, 2018, 115 mins), de la directora Eva Husson, quien hace un homenaje a diversos elementos: en primer lugar a la guerrilla femenina que opera desde hace algunos años en la región de Kurdistán, siendo muchas de ellas sobrevivientes de actos violentos por parte de grupos extremos como los yihadistas.

 

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Pas de mots ??#lesfillesdusoleilmovie

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Esta milicia forma parte de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) que hay en la zona y cuentan con el apoyo del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), esta célula busca inclusión y respeto, por lo que algunos batallones pueden ser mixtos.

A su vez, el personaje de Mathilde, es un acto de admiración al trabajo de los corresponsales de guerra. En específico a Marie Colvin, quien falleció en ejercicio profesional durante un bombardeo al centro de prensa en Siria, y que tiempo antes había perdido un ojo a consecuencia de una granada en Sri Lanka. Los corresponsales de guerra ponen en juego su vida y se transforman en los testigos y mediadores de esa cruda realidad con el resto del mundo.

Además hace una oda a la mujer desde los ojos de las protagonistas que forman parte de la guerrilla. Cada una de ellas ha tomado las armas por razones distintas, pero coinciden en buscar algo mejor para su porvenir, no solo individual sino también colectivo. Actúan de manera orgánica: Se cuidan una a la otra, toman responsabilidades y funciones, buscan un bienestar en conjunto.

Otro detalle que resalta la directora del filme es la resiliencia y sensibilidad con la que sobrellevan sus inhóspitas condiciones -rasgo que deberíamos tomar como ejemplo todos los seres humanos-, hay escenas donde nos muestran a las guerrilleras cantando para motivarse, su vinculación con los seres queridos perdidos, los modos para despertarse: de manera sutil con abrazos y palabras cariñosas, no a gritos o empujones, la forma en la que le preparan una taza de té a una agotada camarada, sus intentos por ser hospitalarias con el personaje de Mathilde a pesar de lo ruin del contexto, su contemplación de las estrellas o del atardecer o la dulzura al trenzarse el cabello entre ellas.

Estos toques de emotividad que impregnó Eva Husson a sus personajes han sido muy criticados, pues dicen que el largometraje pierde su potencia, introduciéndose en el melodrama.

¿Pero acaso un discurso tiene que ser grotesco y desgarrador para tener un alto grado de influencia?

¿No podemos tomar la belleza y las cosas maravillosas de nuestra existencia como una vía para replantearnos situaciones sociales relevantes? ¿Hay que demeritar un intento de mostrar la ternura y bondad del ser humano en simple cursilería? Cada persona que vea Hijas del Sol tendrá su peculiar respuesta a estas interrogantes, pero creo en esa aparente debilidad, también hay una gran fortaleza de la película, metáfora a mi parecer de cómo se ha considerado a la mujer en diferentes contextos.

Hijas del Sol fue parte de la selección de 2018 para la Palma de Oro en el Festival de cine en Cannes, y ha tenido una crítica muy dividida -por los argumentos que se explicaron líneas atrás-, a pesar de todo esto, la película nos remite no solo a la cuestión de género y condiciones sobre la mujer, sino también a cómo la sociedad se une ante lo adverso, y la forma en que podemos obtener cambios grandiosos si esto lo hacemos más consciente. Por algo la resistencia es buscar un destino que parece incierto pero que nos permitirá establecer un rumbo en nuestro ser.