Twitter: @Marioliva4
En 1864 se firmó la Primera Convención de Ginebra, y es el primer tratado internacional que buscaba garantizar derechos básicos al personal médico que prestaban sus servicios en las guerras, al igual que a los militares heridos.
Como parte del derecho internacional, los convenios de Ginebra, que son 4, buscan de manera general, salvaguardar los derechos de las personas civiles, los militares, el personal de salud y los prisioneros que se encontraban en situación de guerra.
Como cualquier Convención, tiene sus problemas a la hora de su aplicación, pues termina siendo de aplicación voluntaria en tiempos de guerra o conflicto interno.
Las cuatro convenciones de Ginebra y sus respectivos protocolos, han logrado, dentro de situaciones de conflicto armado, salvar la vida de personas involucradas directa o indirectamente. Básicamente, hasta en la guerra hay reglas.
Sin embargo, desde 1864 a 2005, entre protocolos y convenciones, se ha fallado en la protección del medio ambiente, la biodiversidad y el agua.
El 23 de julio de 2019, en la revista Nature se ha propuesto agregar una 5ta Convención, que se ha solicitado por las últimos 20 años que de manera general busque proteger al medio ambiente, en los lugares en donde se desarrollan los conflictos armados, como parte de las estrategias de guerra para destruir los ecosistemas, la fauna y las fuentes de agua potable.
Uno de los ejemplos que posiblemente nos venga a la cabeza es el uso del Napalm en Vietnam, cuyos efectos perduraron en los bosques ( y sus habitantes) rociados con esa sustancia, comprometiendo la salud de los ecosistemas por las décadas siguientes.
Es por esto, que se busca que la 5ta Convención proteja a las fuentes de agua y a la biodiversidad y que el daño sea considerado crimen de guerra. Esta propuesta ademas incluye que se limite el comercio de armas y a sus fabricantes, que llevan a la caza furtiva de especies.