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Sobre la Mesa
Este martes inicia el Parlamento Abierto en Materia Laboral, un espacio promovido por el Senado para discutir los temas que quedaron pendientes en la pasada reforma laboral del primero de mayo, pero también para abordar los puntos que se pueden modificar de la última legislación.
A este parlamento el sindicalismo mexicano llega unido y al mismo tiempo, dividido. El voto directo para elegir nuevos secretarios generales es lo que más ha molestado a una parte de los sindicatos.
??Comisiones de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana; y de Trabajo y Previsión Social invitan desde del 23 de julio al Parlamento abierto en materia de justicia laboral, libertad sindical, negociación colectiva, subcontratación y personas trabajadoras del hogar pic.twitter.com/6UOjsbXHAb
— Senado de México (@senadomexicano) July 21, 2019
Es este punto en el que más opiniones encontradas hay. Algunos ya aceptaron el nuevo método de elección de dirigentes, pero una parte se resiste al cambio. Las organizaciones agrupadas en la CTM son las únicas que promovieron amparos – más de 400 – contra la reforma laboral, entre diversos motivos, está el voto directo.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) argumenta dos razones por las cuales se debe eliminar la votación directa o para ser más específico, que los trabajadores emitan un voto en una boleta para elegir a sus dirigentes.
La primera justificación es que, esto no se encuentra en la reforma constitucional de 2017, tampoco en los convenios internacionales y menos en el T-MEC (antecedentes de la reforma laboral del 1ro de mayo); la segunda, es que las elecciones serían más complejas en logística porque implicaría que los trabajadores se trasladaran a la sede sindical para votar.
Su segundo argumento tiene más sentido que el primero. Efectivamente, las elecciones requieren la movilidad de los agremiados, es un punto a mejorar en la Ley Federal del Trabajo (LFT).
Pero, el hecho de que las palabras “voto directo” no están ni en la reforma constitucional, ni en los convenios internacionales ni en el T-MEC, no es motivo suficiente para eliminar la votación directa.
Los tres antecedentes sólo marcan mínimos, pero si México puede ofrecer más garantías a los trabajadores para que tengan democracia sindical verdadera – esto último sí lo contemplan los tres antecedentes – es algo bueno y sano.
El trasfondo de la CTM, una central identificada con el PRI y con las viejas prácticas sindicales, es no exponer la permanencia de los actuales dirigentes que, en su mayoría, han llegado por elecciones mediante asambleas, esas donde hay delegados a modo que sólo ratifican una decisión tomada. Sí, muy parecido al PRI cuando elige candidatos.
Así, la eliminación del voto directo probablemente esté en la discusión durante el parlamento abierto en el Senado.
Pero no habrá marcha atrás en este tema, al menos no en las conclusiones de este espacio y en las reformas laborales que propondrán los senadores a partir de septiembre. Te lo garantizo y firmo.
En el punto en el que sí habrá reversa, porque hay consenso entre todos los sindicatos (charros y no charros, como ellos mismos se califican) e incluso con la Iniciativa Privada (IP) es en la regulación de las cuotas sindicales.
Los sindicatos piden que se elimine de la LFT el carácter “voluntario” de las cuotas. La reforma laboral abrió la ventana para que un trabajador decida darle o no su cuota al sindicato.
“Es como preguntarles a los mexicanos ¿Quieres pagar impuestos o no? y habría que ver quiénes quieren pagarlo. Es algo que afecta a todos los sindicatos de todas las tendencias políticas”, me comentó Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, en entrevista para El Economista.
Tiene razón y también la tienen el resto de las organizaciones. Yo agrego que es lo equivalente a querer asistir al gimnasio sin pagar la mensualidad. La cuota es un derecho para la sindicalización. Si un trabajador se afilia a un sindicato adquiere compromisos.
Para este tema también hay apoyo de la IP. Los empresarios temen que con esto surja una nueva industria de extorsión para sanar los huecos financieros que dejaría la disminución del pago de cuotas. Es decir, que los sindicatos busquen que el patrón cubra lo que no entra mediante cuotas.
Esto sí será motivo de una contrarreforma, sin dañar los ejes de la del primero de mayo. También te lo aseguro.