Twitter: @JosManu31
Ex(POP)sión
Eres adolescente, escribes música country/pop con tu guitarra y deseas convertirte una estrella. Una disquera llamada Big Machine Records dirigida por Scott Brochetta te ofrece un contrato discográfico para que tu música pueda ser conocida en Estados Unidos y el mundo. Años después te enteras que la música hecha bajo ese sello no te pertenece y ahora es de un productor que afirmas se ha empeñado en desprestigiar tu nombre y tu trabajo.
De alguna forma esta es la historia de Taylor Swift, quien esta semana supo que no es dueña de los derechos de las canciones que conforman los seis discos producidos bajo el mando de Big Machine Records.
Su contrato indicaba que toda la música que hiciera estaría en posesión de esta compañía, la cual fue comprada en 300 millones de dólares por Scooter Braun a quien la cantautora acusa de un hostigamiento mediático.
Braun ha trabajado como representante del canadiense Justin Bieber. Swift también lo culpa de molestarla a través de otro de sus clientes con quien ya tiene varios años de rivalidad: Kanye West. Recordemos que en 2016 West sacó la canción Famous en donde mencionaba su deseo de tener relaciones sexuales con ella y el polémico video incluía a la cantante desnuda junto al rapero y otras personas como su esposa Kim Kardashian en una cama.
Ante la polémica varias celebridades han salido a defender a Swift algunas de ellas son Camila Cabello, Iggy Azalea y Katy Perry. Además sus fanáticos crearon el hashtag #WeStandWithTaylor para mostrarle apoyo a su ídola, quien ahora forma parte de Universal Music y su séptimo disco Lover será distribuido bajo esta firma. Sin embargo otras celebridades como Justin Bieber, Sia y Demi Lovato le han mostrado su apoyo a Scooter Braun, hay una opinión dividida.
I don’t know a lot about what’s going on but I will say I really believe artists should own their own life’s work ?
— camila (@Camila_Cabello) July 2, 2019
Por su parte, la disquera también dio su versión a través de un comunicado en su Twitter titulado “Entonces, es momento de un poco de la verdad” en donde se menciona que buscaron acercarse a Swift para hacer un trato y ninguno de sus llamados fue contestado.
In regard to a post earlier today from Taylor, it’s time to set some things straight. https://t.co/OqGI4GoN3P
— Scott Borchetta (@scottborchetta) July 1, 2019
Es interesante la propuesta hecha a Swift para recuperar los derechos de su música: por cada nuevo álbum que ella hiciera tendría uno de sus discos pasados, esto significa que necesitaría crear otros seis para tener el total control de sus canciones. No es necesario ser un fanático de la cantante para darse cuenta de esta manipulación rotunda. Tampoco sorprendería un intento de sabotaje de parte de Braun hacia el nuevo trabajo de Taylor Swift, no es algo comprobable pero es una posibilidad.
Lo que sí podemos asegurar es que esto es un problema a nivel de industria musical. Miles de mujeres aspiran a ser reconocidas por su trabajo como cantantes-compositoras y deben enfrentarse a una situación desfavorable en donde existen más productores que productoras. Además muchas de ellas empiezan a una edad temprana, por lo tanto es más fácil que los contratos puedan resultar engañosos y todo desemboque en una situación similar a la que Swift vive actualmente por algo que firmó como Ariel con Úsula en La Sirenita hace más de una década, todo para ser la nueva super estrella.
¿Cómo podría sobrellevar un chantaje de este tipo una mujer principiante en la música?
¿Qué pasaría si una situación así le estuviera pasando a alguien que no tuviera la exposición y apoyo mediático como Taylor Swift? Seguro no sabríamos todo lo sucedido, pero este caso puede ser parteaguas para provocar cambios en la industria musical.