Por Miguel Mendivil Roiz
Twitter: @mglmrz

El fenómeno conocido como «Brexit» (concepto que alude a la salida del Reino Unido de la Unión Europea) ha costado tiempo, dinero y primeros ministros. Horas después del referéndum de 2016, que echaría a andar el brexit, David Cameron anunció su renuncia al mismo tiempo que aseguraba no ser «el capitán que condujera al país a su siguiente destino». Por su parte, Theresa May renunciaría el 7 de junio de 2019 como resultado del rechazo por parte del Parlamento al acuerdo negociado entre su equipo y Bruselas. Tres años y dos primeros ministros después, brexit continúa siendo el tema pendiente de la agenda británica.

En las próximas semanas, los miembros del Partido Conservador elegirán a su nuevo líder y, por ende, al siguiente primer ministro. Las dos opciones, Boris Johnson y Jeremy Hunt, ambos egresados de Oxford y con reconocidas carreras políticas, tendrán ante sí el gran reto de llevar a cabo brexit y no perder su puesto en el intento. Analicemos dicho reto a la luz de los posibles escenarios.


El acuerdo negociado por May sufrió marcadas derrotas en el Parlamento, por lo que ambos candidatos aseguran que buscarán una renegociación. A pesar de las intenciones de Londres, Bruselas ha dejado claro que no reabrirá el texto ni mucho menos creará uno nuevo. Esto dejaría al próximo primer ministro con la opción de someter de nuevo el acuerdo de May y asegurar una derrota más o solicitar una extensión adicional a la UE y evitar así un brexit sin acuerdo.

El riesgo de dicho escenario radica en que el desgaste político que sufriría el primer ministro cada vez que el acuerdo vuelva a ser rechazado podría terminar por debilitar la ya de por sí frágil cohesión del Partido Conservador y sus aliados, afectando indudablemente los pronósticos de las próximas elecciones generales en 2022. Adicionalmente, el ejercicio de solicitar extensión tras extensión da lugar a incertidumbre al país y afecta la credibilidad del liderazgo a cargo.

El otro escenario es un Brexit sin acuerdo de por medio. Ambos candidatos han declarado estar dispuestos a una salida en esta modalidad si las circunstancias así lo requieren. Hunt ha sido ambiguo respecto de una posible tercera extensión, pero Johnson ha dejado claro que brexit ocurrirá el próximo 31 de octubre sea bajo la modalidad que sea.

Los riegos derivados de una salida sin acuerdo son múltiples: una salida abrupta del mercado común y unión aduanera sin alternativa viable, incertidumbre en el sector financiero y sobre la condición de los ciudadanos británicos que radican en Europa continental, así como la erección de una frontera física con la República de Irlanda con el potencial de que la violencia sectaria resurja en Irlanda del Norte. Por supuesto, esta lista derivaría en otros problemas más que llevarían al país a un futuro donde el ingrediente de crisis esté a la orden del día.

El 22 de julio conoceremos quien asumirá el liderazgo de un gran país que cada vez se siente más inseguro y polarizado. A tres años de que el Reino Unido decidiera abandonar el proyecto institucional más ambicioso de la historia, el barco al que aludió Cameron continúa sin un capitán capaz de poder conducir a su país al siguiente destino; un destino que, sea dicho de paso, es incierto y dominado por aguas desconocidas.

Miguel Mendivil Roiz es licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM y estudiante de Diplomacia en la Universidad de Oxford bajo el esquema Chevening. Se desempeñó como asesor en la Misión de México ante las Naciones Unidas, en Nueva York, y como asistente de investigación en El Colegio de México. Interesado en diplomacia, instituciones, multilateralismo, política exterior, derecho internacional y compañías big tech.