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Una de las características del gobierno de la llamada Cuarta Transformación es la constante negación de la realidad. Las autoridades de la 4T, comenzando con el presidente Andrés Manuel López Obrador, siempre dicen contar con “otros datos” que no checan con las evidencias que la realidad nos impone.
Un caso reciente es el del sargazo, microalga marina que, en grandes cantidades, detiene la oxigenación del agua, cambia a marrón el color de las aguas del mar y genera gases que huelen muy mal al descomponerse en las playas. Investigadores de la UNAM aseguran que el sargazo pone en riesgo al Mar Caribe, pues el entorno físico y la gran diversidad de especies animales y arrecifes coralinos son gravemente afectados.
Hoy sostuve en Quintana Roo que lo del sargazo es controlable y se está atendiendo bajo la dirección de la Secretaría de Marina. Participan el gobierno del estado, gobiernos municipales, centros de investigación y, ejemplarmente, los empresarios del sector turístico.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) June 24, 2019
Apenas el pasado lunes 24 de junio, en una conferencia mañanera desde Quintana Roo, el presidente López Obrador minimizó dijo que la presencia del sargazo “no es tan grave” y que se magnifica para criticar a su administración. Ese mismo día, la terca realidad apareció para contradecir la palabra presidencial. A través de sus redes sociales, la Red de Monitoreo del Sargazo Cancún alertó de que una “mancha de sargazo” de 550 kilómetros de diámetro llegaría en los próximos días a las costas de Quintana Roo.
Este año, unos mil kilómetros de playas se han visto afectadas por este fenómeno, incluidas Cancún, Playa del Carmen y Tulum. En un día pueden recoger hasta una tonelada, según el gobierno de Quintana Roo. Además, la remoción de sargazo es costosa y tardada y, para muchos, una manera poco efectiva de tratar el problema.
Otro caso de negación de la realidad por parte de la 4T se da en la Ciudad de México. La creciente inseguridad genera miedo entre la población que ve con preocupación el incremento de robos, homicidios y extorsiones. Tan solo durante el pasado mes de mayo se registraron 164 homicidios dolosos, lo que representó un
promedio de 5.2 personas asesinadas cada día, por lo que ha sido señalado como el periodo más violento del que se tenga registro en la capital de país.
De acuerdo con el Portal de Datos Abiertos de la Ciudad de México, en los primeros cinco meses del año la capital sumó 686 personas asesinadas, lo que significó un incremento de 18.27% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Los casos de los jóvenes universitarios Norberto Ronquillo y Leonardo Avendaño, de gran impacto mediático y social, colocaron a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum en fuera de lugar ya que la funcionaria se atrevió a decir que se trataba de “casos aislados”, negando una evidente realidad. Y agregó que la Ciudad “no vive una situación de crisis”.
Y qué decir de otro caso donde la realidad se está imponiendo: el alto costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, De acuerdo con la SCT, la cancelación de esta obra dejó una deuda de 6 mil millones de dólares en bonos y 30 mil millones de pesos en certificados fiduciarios en la Fibra E.
Y lo peor de todo es que este costo lo absorben ya los usuarios del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México quienes pagan una Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) cada vez que despegan o aterrizan. La terca realidad se impone y por esta mala decisión, los recursos producto de esta tarifa no serán utilizados para ampliar la capacidad de la terminal, sino para pagar la deuda que dejó la cancelación del proyecto de Texcoco.
Todo indica que es la terca realidad la que cuenta con “otros datos” que contradicen a la 4T y sus dichos.