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Muy contento se veía Marcelo Ebrard el pasado sábado en Tijuana, celebrando que logró un acuerdo migratorio con Estados Unidos para evitar la aplicación de aranceles a México. Algunos, en broma o no, decían que el evento al que convocó el presidente López Obrador fue su destape como candidato presidencial en 2024.
 
Una semana estuvo el canciller en Washington acompañado de un equipo de trabajo de las áreas económicas, comerciales y diplomáticas, incluido su vocero, famoso por ser captado comiendo cacahuates en una reunión.

 
Y dicen que contó con una ayuda poco esperada, la de José Antonio Meade, excandidato presidencial del PRI, pero además excanciller, exsecretario de Hacienda, Desarrollo Social y Energía.
 
Cuentan, en un círculo de empresarios cercanos a ‘Pepe’, como le dicen sus amigos, que estuvo en comunicación con Marcelo conociendo posiciones, avances y colaborando en la estrategia que finalmente logró el esperado acuerdo (celebrado y cuestionado por expertos).
 
Minutos después de conocerse del pacto alcanzado, Meade felicitó a Marcelo vía Twitter: “Frente a condiciones muy complejas hay que reconocer el mérito de haber logrado un acuerdo en las negociaciones encabezadas por el Secretario @m_ebrard. Aplicar aranceles hubiera generado un gran daño a nuestro país y a la economía de nuestra región”.

 

Un usuario contestó el tuit de Meade señalando que ojalá como parte del acuerdo México no haya aceptado ser el llamado ‘tercer país seguro’, que implica que Estados Unidos pudiera negar el asilo a migrantes y enviarlos a México para que sea nuestro país quien dé dicho asilo.
 
Meade respondió:
“Tienes razón. Entiendo que es el caso. Era una de las líneas rojas que se plantearon desde el principio. Te mando un abrazo”. Enterado estaba.
 
No es la primera vez que se habla sobre un acercamiento de Meade con Ebrard. En mayo pasado Martha Anaya escribió en El Heraldo de México que el extitular de Hacienda había asesorado a Marcelo en el refinanciamiento de la deuda de Pemex con bancos internacionales.
 
Como contexto, valga mencionar que en febrero del año pasado, en la víspera de la campaña presidencial, Marcelo Ebrard dijo que el entonces precandidato del PRI era “un profesional que ha estado en 5 secretarías de Estado. Yo sí le tengo respeto a su desempeño en el servicio público”.
 
Así pues, Ebrard sumó puntos para esa candidatura que tanto anhela desde hace unos años. Meade, por su parte, se mantiene como un actor relevante de la vida política de México, ya sin la sombra del PRI ni de Enrique Peña Nieto.

La Puerta Grande: Mientras tanto otra aspirante, Claudia Sheinbaum, lleva ya seis meses sin mucho que contar en una ciudad asediada por la violencia y la delincuencia.