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Sobre la mesa
A seis meses de gobierno, Adán Augusto López Hernández está desconectado de la realidad de su estado, así tal cual, como si el gobernador de Tabasco viviera en otra entidad.
La semana pasada el mandatario aseguró que en medio año han sentado las bases (sí, apenas va dando el primer paso) para ganar la batalla contra la violencia.
“Ante la incredulidad de muchos, ahora puedo decirles que estamos cumpliendo”, es parte de la declaración que publicó la XEVT en su portal.
López Hernández dijo que se redujo el robo de vehículos y los secuestros, pero reconoció que los homicidios han incrementado. Repasemos las cifras de incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
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— Adán Augusto López H (@adan_augusto) 31 de diciembre de 2018
Efectivamente, los últimos datos disponibles (abril de 2019) muestran que Tabasco tuvo un secuestro; sin embargo, de acuerdo con las cifras, Adán Augusto recibió una incidencia baja en este delito, pues en enero también hubo un secuestro y en el mes de febrero (con el número más alto) tuvo 9.
En el caso de robo de vehículos también hubo una reducción, en abril fueron 198, pero recibió el estado con 257, el total de robos de vehículos registrados en enero. Es decir, una baja de 33 por ciento.
Pero en homicidios, pasó de tener 68 en enero a 107 en abril; lo que equivale a un incremento del 63 por ciento. También el delito de lesiones aumentó en 26 por ciento. Por otra parte, los delitos contra la libertad y la seguridad sexual pasaron de 98 a 126 de enero a abril.
El primer reporte trimestral de este año del Observatorio Ciudadano ubica a Tabasco en los primeros diez lugares a nivel nacional en 12 de 15 delitos.
¿Cumpliendo? El gobernador Adán Augusto presume ligeras reducciones; mientras que, otros delitos aumentan, como los homicidios, con los cuales Tabasco registra el mayor incremento en el país tan sólo comparando este marzo con el del año pasado.
Pero la inseguridad no es lo único problema en Tabasco. La tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el primer lugar en tasa de desempleo; así es, tampoco hay chamba. Nada sorprendente si consideramos que la administración de López Hernández está haciendo poco o nada por promover la inversión y esperando a que el gobierno federal resuelva la generación de empleos con la construcción de la refinería y el tren maya.
De acuerdo con el Inegi, al cierre de abril la mayor tasa de desocupación en México la registró Tabasco, con 7.55 por ciento. Preocupante ante una media nacional de 3.5 por ciento.
Si bien es cierto que esto no es algo nuevo porque se trata de una tendencia que dejó la crisis petrolera, al parecer el único que no lo sabe es Adán Augusto López Hernández, pues no se ha dado cuenta que el estado ya no puede seguir dependiendo del sector petrolero para generar empleos y en seis meses no ha podido buscar otra ruta.
Es más, Campeche tiene una economía aún más dependiente de la actividad petrolera, la cual representa el 79.7% de su Producto Interno Bruto (PIB); en Tabasco es el 52.4% de su PIB. Sin embargo, Campeche tiene una tasa de desocupación de 3.4%, por debajo de la media nacional, a pesar de que en 2018 fue de 2.6, la diversificación de su economía comienza a dar resultados.
En resumen, desempleo y violencia siguen marcando la administración de Adán Augusto López Hernández, un gobernador que en febrero de este año la encuesta de Arias Consultores lo ubicó como el mandatario mejor evaluado y para abril lo posicionó como el segundo peor evaluado.
El cambio radical de posiciones es el reflejo de la poca capacidad para actuar ante el poco crecimiento económico y el incremento de violencia, a lo que se suman las malas decisiones del gobernador López Hernández como incorporar en su gabinete a priistas y, especialmente, funcionarios que trabajaron en la pasada administración de Arturo Núñez.
Además, ante un supuesto desfalco de 3 mil millones al erario (eso se dice) en la pasada administración, el actual gobernador no ha hecho nada para castigar a los responsables ¿impunidad? Eso parece.
Adán Augusto López Hernández necesita conectarse con la realidad, lleva seis meses basando su gestión en promesas y esperando que Tabasco crezca sólo porque hay un presidente de la República tabasqueño.