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Sobre la mesa

Irónicamente, en las malas noticias también hay cosas buenas. La semana pasada el tren de la cuarta transformación tuvo dos bajas; aunque las causas fueron distintas, al menos oficialmente, lo cierto es que las renuncias de Germán Martínez al IMSS y Josefa González a la SEMARNAT son una muestra de vergüenza pública, lo son si es por las razones que ambos expusieron.

Este nuevo gobierno federal tiene la incongruencia como sello particular en algunos aspectos. Es verdad que no todo ha sido malo, pero la administración tiene un problema de contradicciones, que incluso comenzó desde la designación de algunos funcionarios en puestos claves, como un ingeniero agrónomo para la dirección de Pemex y se extendió hasta el rechazo de cifras oficiales o malas decisiones que afectan a la población; por ejemplo, poco dinero para la salud.

Es por eso que, quizá las bajas de Germán Martínez y Josefa González sean los actos más congruentes en estos seis meses de gobierno.

Germán Martínez renunció a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con una carta fuerte, no se guardó nada. Acusó a Hacienda de intervenir en el instituto con una política de austeridad que sólo estaba ocasionando recortes de personal, poco abasto de medicamentos y más pasillos llenos sin poder atender a los pacientes a como se debe, una realidad cotidiana en el IMSS.

Y tiene razón, uno de los grandes problemas de AMLO es confundir un gobierno austero con uno eficiente, en el caso de los servicios de salud, con recortes o congelamiento presupuestal simplemente no pueden realizar su función y esto puede llevar a la muerte de los pacientes, eso lo entendió Martínez.

Uno de los grandes problemas de AMLO es confundir un gobierno austero con uno eficiente.

El argumento para defender al Presidente por la renuncia del titular del IMSS es que se trata de un expanista. Sin embargo, en el 2009 cuando el PAN perdió 5 de 6 gubernaturas y la mayoría en la Cámara de Diputados, Germán renunció a la Presidencia del partido; es quizá de los pocos políticos mexicanos que tienen vergüenza pública, lo que debería llevar a una reflexión profunda en el gobierno del por qué un perfil como este decidió irse.

Sólo como dato adicional, con el regreso de Germán Martínez al Senado, el más perjudicado es Pedro Haces, líder de la Catem, una de las nuevas centrales obreras.

La otra renuncia que sorprendió a todos fue la de Josefa González Blanco a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. La funcionaria explicó en una carta que su renuncia se debía a un acto de congruencia con los principios de la cuarta transformación: no privilegios y no influyentismo.

González provocó el retraso de un vuelo comercial de Aeroméxico, al que no se le permitió despegar hasta que la funcionaria abordara. Esta situación, al menos así lo planteó Josefa, fue la causa de su renuncia; lo cual, refleja también vergüenza pública.

Pero, de acuerdo con Bajo Reserva de El Universal, las verdaderas razones de la renuncia de Josefa González a SEMARNAT fueron falta de recursos y una reducción de la plantilla y si esto se te hace familiar, estás en lo correcto, son los mismos motivos por los cuales se fue Germán Martínez.

La hipótesis no es descabellada, el mismo diario posee documentos que demuestran que durante los meses que González Blanco estuvo al frente de la SEMARNAT fueron despedidos 16 mil 630 trabajadores.

Al cierre de esta columna, no hay una versión oficial del gobierno; sin embargo, de ser cierto, las dos renuncias de la semana pasada indicarían que el recorte presupuestal y los despidos masivos (consecuencia de la austeridad) estarían cobrando las primeras facturas. Es decir, ya habrían inconformes dentro del mismo gabinete por las nuevas políticas que no permiten a las dependencias hacer bien su trabajo.

Si es así, era de esperarse con todo el dinero que el gobierno de AMLO está destinando a programas sociales, porque el pastel es el mismo, sólo está cortando rebanadas más chicas. El gran reto que tiene López Obrador es el que han tenido todos, una recaudación fiscal eficiente porque en México los que tienen mucho no pagan lo que deben pagar y los que tienen poco, de plano no pagan.