Twitter: @MARIAGYP

¿Qué día es hoy? Me preguntó ese sábado Don Guillermo Torres Calderón, que con manos temblorosas me escribía dos dedicatorias: un poemario y su biografía.
11 de mayo, le respondí.
GTC: ¿De qué año?
Yo: 2019
Y así, inició una amistad con don Guillermo Torres, de 74 años, a quien le diagnosticaron párkinson hace 12 y desde entonces hace magia con el bronce.

Me contó que cuando el doctor le dio el diagnóstico, llegó con sus hijos, les entregó las llaves del negocio de dulces que ha empoderado desde hace décadas y les dijo: “A la chingada”, a partir de hoy me dedico a esculpir. A lo que me gusta y me llena el alma.

Foto: María Yañez

Los ojos brillantes de don Guillermo, son acorde al gran ser humano que es, al artista que busca hablar con sus obras de la injusticia, la pobreza, la violencia y la búsqueda de la libertad. Esa tarde, mientras esperaba a mi mejor amigo de la universidad, mi querido Toy, casi dos horas por cierto, paseaba por la plaza Juárez, a lado de la catedral de Morelia, (una de las más altas y hermosas del mundo), me topé con una exposición de esculturas de bronce, la cual estará toda una semana abierta al público. Las veía encantada al tiempo de fotografiarlas.Cuando llegué a la última escultura, un señor (don Guillermo) que platicaba con otro (don Ramón de 89 años), me llamó con la mano y me dice: ¿Te quieres tomar una foto conmigo?
– ¿Usted es el escultor?
– Sí
– Claro

Foto: María Yañez

Así, mientras tomaba fotos y posaba para otras. Don Guillermo le dijo a su acompañante: “esta niña sonreía mientras veía las obras. La estuve observando”. Ahora sí, aunque parezca cliché, aplica la frase de:

“Sonríe, nunca sabes quien se va a enamorar de tu sonrisa”.

Foto: María Yañez

Obvio él no se enamoró, pero llamé su atención sin darme cuenta. Pasé la espera con él, casi dos horas de feliz espera. Me platicó parte de su vida y hasta nos tomamos un café don Guillermo, don Ramón y yo. Los tres en el “café Europa”. Un receso de 20 minutos antes de inaugurar el evento.

Foto: María Yañez

El encuentro que no busqué, pero que me esperaba, lo repetiré en mi próxima visita a la ciudad de la cantera rosa, mi ciudad natal. Nos reencontraremos para seguir charlando.

Foto: María Yañez