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Ex(Pop)sión
El próximo 19 de mayo se cumple una década de la transmisión del capítulo piloto de Glee. Este programa creado por Ryan Murphy, Brad Falchuk e Ian Brennan fue un musical con tintes cómicos que gozó de éxito durante finales de la década anterior e inicios de esta.
La historia seguía a varios estudiantes de preparatoria que tenían objetivos personales pero los unía un punto en común: cantar. A través de la música los protagonistas expresaban su vida, sus miedos y alegrías. Cada uno de los personajes tenía una historia particular que los llevó a unirse al club de coro de la escuela y a lo largo de 6 temporadas la audiencia pudo encariñarse y compartir los sueños de cada uno de ellos.
Aquí hay algo importante a mencionar, aunque Glee sí tuvo influencia posterior al dar apertura a que en años posteriores surgieran shows como SMASH (enfocado al mundo de Broadway) y Nashville (enfocado a la música country), éste no ha sido el único musical que ha tenido éxito rotundo en la televisión estadounidense. El antecedente más cercano de esta serie lo podemos encontrar 27 años antes de su estreno con FAME, la cual al igual que Glee, ganó múltiples Emmys, Globos de Oro y tuvo altos niveles de audiencia.
Today’s #InternationalDanceDay and Blaine knows the perfect way to celebrate! pic.twitter.com/GEtgsGHwEi
— GLEE (@GLEEonFOX) April 29, 2019
Es muy cierto que Ryan Murphy, productor y director de la serie casi siempre ha ido en contracorriente con las tendencias de la televisión y esta puede ser una de las razones por las que logra el éxito. En 2009 era difícil encontrar musicales en un sitio que no fuera el teatro o el cine, donde el género se ha mantenido más vigente a diferencia de la televisión y ese mérito no se le puede quitar. Con talento joven y una mezcla entre nuevas canciones y clásicos de la cultura pop refrescó la forma de hacer un musical en este medio y lo transmitió a una nueva generación.
Algunas estrellas que saltaron a la fama con el show fueron Lea Michele, Darren Criss, Dianna Agron, Melissa Benoist, Chris Colfer y el difunto Cory Monteith. Mientras que figuras ya reconocidas como Jane Lynch, Matthew Morrison y Jayma Mays dieron el soporte necesario para balancear el talento fresco con uno más experimentado. Dentro de los invitados especiales que asistieron a uno de los 728 números musicales se encuentran Britney Spears, Ricky Martin y Gwyneth Paltrow.
Don’t stop believin’ (originalmente cantada por la banda Journey) fue el cover más exitoso que salió del show. Con esta canción la agrupación de jóvenes logró posicionarse en el número 4 de la lista Billboard 100 en los EE.UU. y vendieron más de un millón y medio de copias en dicho país, además que se volvió la melodía “insignia” de la serie.
Además de la música, ¿qué la hacía diferente? La naturalidad para tocar temas sin tabúes a los jóvenes como la sexualidad, el bullying, la violencia doméstica, el suicidio, la discriminación, el uso de armas de fuego en escuelas y más. Además de presentar diversidad al incluir personas con discapacidad, de distintas nacionalidades y etnias, además de en todo momento ser pro LGBT+ al incluir a miembros de dicha comunidad en el elenco protagónico.

Para millones de gleeks (como se hicieron llamar los fans de la de serie) Glee seguirá siendo una parte especial de su vida, una etapa en la que crecieron junto a los personajes de un coro en el que pertenecieron y al igual que dice una frase del personaje de Lea Michele en el episodio piloto, lograron sentir que “ser parte de algo especial, también los hizo sentir especiales”.