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Sobre la mesa
El primero de mayo se publicó la Reforma Laboral en el Diario Oficial de la Federación; con su promulgación, no sólo comenzó un nuevo contexto laboral para el país – modificaciones que se verán pronto –, también hubo un cambio de protagonistas en el sindicalismo mexicano, uno de los ejes centrales de la nueva legislación.
Ese cambio de micrófonos y protagonistas fue notorio durante la celebración del Día Internacional del Trabajo en el Zócalo de la Ciudad de México. El primer festejo lo encabezó la CTM con su líder Carlos Aceves del Olmo, entre aplausos, rechiflas de opositores – como los del sindicato de ferrocarrileros – y un pleito con los integrantes de la CATEM, encabezados por Pedro Haces.
Al mediodía de ese mismo miércoles, la plancha del zócalo fue ocupada por otras organizaciones sindicales, lideradas por la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), que dirige Napoleón Gómez Urrutia.
Ayer en el #DíaDelTrabajo iniciamos un nuevo movimiento de las y los trabajadores acorde al momento histórico que vive nuestra Patria para impulsar la dignidad y justicia laboral. pic.twitter.com/ZeDdFjPMJc
— Napoleón Gómez Urrutia (@NapoleonGomezUr) May 2, 2019
En el evento de la CIT fue distinto, prácticamente todos los secretarios generales de sindicatos como el SME (electricistas), STRM (telefonistas), STUNAM (trabajadores de la UNAM), ASSA y ASPA (ambos de aviación) le dieron el espaldarazo a Napoleón Gómez Urrutia y de paso, a la Reforma Laboral.
Con los discursos de apoyo y las porras a favor de Gómez Urrutia, quedó claro quién será el nuevo protagonista del sindicalismo en México, al menos el que representará a todas aquellas organizaciones disidentes de otras centrales, como la CTM o la CROC.
No debería sorprendernos tanto, desde que la Reforma Laboral estaba en discusión en la Cámara de Diputados, la libertad y democracia sindical era uno de sus ejes principales; además, con la ratificación del Convenio 98 de la OIT y la firma del T-MEC, México se comprometió a adoptar estos principios en su legislación.
Sin duda, uno de los personajes más favorecidos con la Reforma Laboral es Gómez Urrutia, al menos así quedó demostrado durante la conmemoración del Día Internacional del Trabajo.
Este primero de mayo no fue una celebración más, México despertó con un nuevo contexto laboral en el que habrá nuevos protagonistas del sindicalismo. En los próximos meses, veremos un jaloneo entre centrales sindicales por tener la mayor fuerza en el país.
Por otra parte, una de las implicaciones de la Reforma Laboral, es el fin de las dirigencias vitalicias. La mayoría de los secretarios generales de los sindicatos que elogiaron la reforma, llevan años al frente de sus organizaciones ¿Estarán dispuestos a dejar el poder cuando les llegue el momento? O una pregunta más compleja ¿Permitirán que cualquier miembro aspire a dirigir el sindicato?
El actuar de la mayoría de todos estos “líderes” es contrario a lo que busca cambiar la Reforma Laboral; por tanto, el espaldarazo que dieron a la nueva legislación sólo nos hace pensar en dos motivos para hacerlo: están dispuestos a apegarse a los nuevos principios o no conocen nada del contenido y sólo están buscando quedar bien con quien pinta a ser el dirigente sindical de mayor peso, al menos en los próximos cinco años.
Por cierto, durante su discurso, Napoleón Gómez Urrutia reiteró lo que platicamos en una entrevista que tuvimos paraEl Economista: vendrán más cambios en materia laboral a partir del próximo período de sesiones del Congreso de la Unión, el cual será en septiembre. Algo necesario, porque quedaron fuera los trabajadores agrícolas.