Twitter: @marisahurtadom 

Cada vez más personas, así como gobiernos y empresas, tienen mayor preocupación por generar una reflexión acerca de la conservación y cuidado del planeta, ya sea por medio de protestas ciudadanas, campañas políticas enfocadas al ecologismo, o marketing empresarial con mensajes que promueven una conciencia social para proteger más el medio ambiente.

Vivimos en un entorno que experimenta una fiebre verde, caracterizada por tres pilares: la conservación y regeneración de los recursos naturales, la sustentabilidad, y la reducción de la contaminación para mejorar la vida de las personas. Bajo estos ejes se desenvuelve una crítica social que propone la necesidad de reformas legales y la sensibilización de todas las columnas que conforman la sociedad.

En lo que refiere a los gobiernos, más y más de ellos incluyen regulaciones y leyes orientadas a prever o mitigar los daños ambientales y el calentamiento global, a conservar o restaurar los ecosistemas, o la educación ecológica. Por su parte, compañías nacionales e internacionales, realizan campañas que, con base en la creatividad, consigan llegar a los consumidores y logren hacerlos reflexionar sobre sus comportamientos y su impacto sobre el entorno. Por otro lado, se busca llamar la atención hacia un consumo más responsable y de productos que no tengan un impacto negativo en el planeta.


En el ámbito social, se han dado diferentes movimientos ya sea por medio de asociaciones civiles como Greenpeace, o más recientemente, a través de Juventud por el clima, también conocida como Fridays For Future, la cual es una creciente tendencia internacional de alumnos que, en vez de ir a clase, están participando en manifestaciones para reclamar acciones en contra del calentamiento global. Asimismo, esta semana, miles de personas se unieron en Londres a las protestas organizadas por el grupo Extinction Rebellion, para exigir que se haga algo ante la creciente crisis ecológica. Éste es un grupo social cuyo objetivo es influir sobre el Gobierno del Reino Unido y las políticas medioambientales globales, para reducir la extinción masiva y el cambio climático, mediante la resistencia no violenta.


Finalmente, a pesar de que cada vez se hace más palpable la gravedad de la crisis ambiental, sigue habiendo una falta de percepción social de la amenaza que representa dicha situación. Los seres humanos no reconocemos la dependencia que tenemos del medio ambiente y la importancia de los movimientos verdes. Debe existir un apoyo colectivo para lograr enfrentar éstos, y crear un mundo más sustentable.