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Grass escribió poesía, Napoleón conquistó pueblos, Washington es el Padre de su patria. Freud tuvo por hijo al psicoanálisis. Gracias a Pasteur tenemos leche fresca y a Mozart le debemos la Sinfonía número cuarenta. A Michelangelo el David y mucho más. ¿A ti qué te vamos a deber para que me enamore?
Catalina Grande, gobernó un país que no era el suyo; Frida pintó su tragedia y amó a Diego como nadie más. Eva soportó que Hitler la ocultara de su vida y Mako Akishino dejó de ser princesa para casarse con Komuro. Dante inmortalizó a Beatriz en una historia y Don Quijote, ni en el desquicio, abandonó a su Dulcinea. ¿Tú qué vas a hacer por mi pasión?
DiMaggio llevó siempre rosas a la tumba de Monroe. Fitzgerald le escribió novelas a Zelda y nunca la abandonó en la esquizofrenia. Sha Jahan le construyó el Taj Mahal a su amada porque ella lo pidió. ¿Tú cómo vas a venerarme?
Gala y Dalí dejaron todo por vivir juntos la locura. Poe se casó con su prima, Sartre y Beauvoir yacen juntos en Montparnasse después de haber vivido separados. Lennon usó el apellido de Yoko. Al Fayed y Lady Di murieron juntos en París. ¿Nosotros cómo vamos a decir que nos quisimos?
La tía Carmela dejó de estudiar Economía por el tío Ramón y Tito, el vecino, se convirtió en delincuente para pagar la operación de Berenice. Jacinto se dedicó a beber cerveza para olvidar a la Rosita. Cristina se convirtió en madre a los dieciséis por complacer a Brandon y Alfonsina viajó desde el Río de la Plata para vivir con el gringo que no la quiso porque no se ve como en las fotos. ¿Y tú qué vas a hacer por mi?