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La Prietty Guoman es conocida en los pasillos de los teatros y fuera de estos. Digamos que tiene una reputación. A veces lo que uno escucha no se puede creer. Así que por azares del destino y una invitación de mi amiga llegué al Bar el Vicio. El lugar lleno. Sale la Prietty. El espectáculo comienza.

Mientras reímos a carcajadas, no dejo de pensar lo terrible del tema: Una mujer trans que en su búsqueda de libertad y amor, en una sociedad en donde no es considerada ser humano, encuentra la muerte.

Una frase que se repite: somos humanos. ¿Lo somos? Me pregunto.


El llamado de la Prietty es al amor a la empatía, a dejar atrás las diferencias para volver a ser humanos. En México están matando a más de una mujer al día -ese más- es una cifra parte de la estadística, pero las personas no son estadísticas, son personas que sueñan y mientras lo hacen las matan en las calles.

Son personas que sueñan y mientras lo hacen las matan en las calles.

La Prietty me hizo llorar, lo hago ahora mientras recuerdo su historia. La fuerza de César Enríquez, no sólo radica en su capacidad histriónica y hacernos reír a carcajadas, sino a través de la ficción contarnos la realidad de miles de personas que mueren día a día en búsqueda de la libertad y el amor. Ni una más.

Dónde: Bar el Vicio. Madrid 13, Coyoacán.

Cuándo: Última función Miércoles 27 de marzo 21:30 hrs.

Autoría y dirección: César Enriquez