Twitter: @HigueraB
“El hombre es amo de lo que calla y esclavo de lo que dice”.
-Proverbio árabe
Como casi todas las festividades y efemérides, el pasado Día Internacional de la Mujer tiene sus detractores y defensores. Algo que es particularmente evidente dentro del ambiente polarizado donde todo –desde la política hasta los Oscars- se han vuelto un “conmigo o contra mí” sin fin.
Con respecto al 8 de marzo, algunas personas la critican como parte de un planteamiento de colonialismo cultural occidental que no respeta otras visiones y culturas. También tenemos a los machonazis que se quejan de que no exista un día equiparable para los pobres hombres desplazados por la ideología de género.
También está la facción de las ultra correctísimas y correctísimos que se molestan cuando una persona comete el pecado de felicitar a las mujeres el 8 de marzo, como Paula Soto, en un país –dijera Gabriel Guerra- donde aún se confunde el 5 de febrero con el 5 de mayo.

Por esta razón, y como una modesta contribución personal, les traigo de novedad, les traigo de oferta y ocasión, algunas sugerencias sobre lo que todas y todos debemos recordar antes de abrir la boca en temas delicados.
- Dejemos las vísceras fuera del debate y la discusión
Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Yo confieso que he tenido fuertes desencuentros con queridísimas personas que son amigos de hace 20 años o más por no lograr entendernos y no saber respetar al otro.
- Nuestras convicciones religiosas personales no son la regla que debe regir a todos.
NO importa si se trata de la virgen de Guadalupe, de la Santa Muerte, de la más novedosa y bronceada ideología salva-países o de nuestro equipo de futbol favorito. Los demás merecen respeto en su forma de abordar la vida, su estilo de vida, sus fiestas…eso sí, ellos, los que llamamos los otros, también están sujetos a esta regla.
- Intente entender al otro, no callarlo.
El ejemplo más acabado de esto son las ramplonas y maniqueas opiniones de muchos tuiteros o habitantes de la ciber realidad. Basados en el principio de “si yo no lo viví no importa/existe” existen enooormes contribuciones al sinsentido con el fin de callar al otro….en lugar de tratar de escucharlo y aprender un poco de los que está diciendo….creo que eso se llama aprendizaje.
- Los expertos son expertos por algo, escúchelos.
El conocimiento se encuentra jerarquizado. Y saber todo no significa que sepamos qué hacer con ese todo…de igual forma tampoco nos da la experiencia o la capacidad de interrelacionar los diferentes datos para crear una correlación positiva que aporte un avance significativo. Si esto le pareció rebuscado y no me entendió ni pío busque la escena del lago de la película Good Will Hunting y me entenderá a cabalidad.
Ya sé que vivimos en una época de democracia informativa, en la que todo lo que deseamos saber se encuentra a la distancia de un click (si tenemos para comprar equipo y pagar el internet por supuesto), pero eso no significa que saber más datos nos dé mayor expertise.
- Evite falacias y juicios sesgados
Este punto es especialmente complicado. Normalmente el juicio sesgado surge de la convicción de que nuestra verdad es LA VERDAD. Y esto hace que nos cerremos a las opiniones de otros…por miedo a perder una parte significativa de lo que nos hace ser quienes somos. En otras palabras preferimos establecer juicios falaces, trampas retóricas y prejuicios en nuestra mente que esforzarnos por romper nuestro caparazón y ver que hay algo más allá de la zona de confort.
Sin duda, estos cinco puntos no son una panacea. Solos son, como dije, cinco consejos personales sobre cómo ayudarnos a madurar como personas y sociedad.
Eso sí, debemos tener claro que no se le puede dar gusta/gusto a nadie, al parecer.