Twitter: @AlfiePingtajo 

En días recientes, al propósito del programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras, AMLO comentó:

“Nosotros ya no vamos a entregar recursos a organizaciones ni a fundaciones, para eso es el gobierno, esto debe quedar muy claro”[1].

La sociedad reaccionó negativamente -con razón- y también las OSC, pues a todas las generalizó de corruptas. Y así se pronunciaron:

“Al igual que otros agentes de la sociedad, las OSC somos diversas, plurales, con ideologías y objetivos distintos en una sociedad que es compleja, desigual y diversa, expresión de la democracia.

Somos conscientes de que no toda la ciudadanía -organizada o no-, actúa de manera honesta y transparente (…).

(…) Pero muchas otras OSC hemos luchado por el bien común, relevando la defensa de los derechos humanos y abogando por gobiernos que sirvan a la población[2]”.

Días después, AMLO se fue -nuevamente- contra las OSC, ahora en el rango cultural:

“(Las OSC) no son eficaces y además se roban todo. La política, por ejemplo, de deducir impuestos para fomento del arte, de la cultura: ‘presumir con sombrero ajeno’…; una empresa que no paga impuestos, se les regresan los impuestos para que ponga un museo de arte popular, pues sí, nada más que ese dinero no entró a la Hacienda pública. Ya esa política no va a continuar, vamos a cambiar las cosas.[3]

Fuente: elfinanciero.com.mx

La comunidad cultural reaccionó alarmada. El candidato por el que habían votado anunciaba, al parecer, la conclusión de Efiartes y Eficine.

Horas después, la SHCP salió a confirmar que dichos estímulos continuarán y están garantizados para esta administración.

Empero, vale la pena recordar que el ámbito cultural está lleno de Organizaciones Civiles que han contribuido a la mejora de su entorno. Por ejemplo, la Fundación Harp Helú ha invertido en el rescato del patrimonio arquitectónico y cultural de Oaxaca; en Ciudad de México muchos habitantes han tenido acceso a importantes exposiciones a través de los museos Soumaya, Jumex o Banamex; los cuales son sostenidos por sus respectivas fundaciones. Mismas que -además de mantener grandes colecciones de arte- apoyan el desarrollo de la cultura a través de becas o estímulos a académicos y creadores.

Bajo ese mismo tenor, en el Fonca existe un programa llamado México en Escena, el cual tiene el objetivo de apoyar el desarrollo artístico de agrupaciones escénicas a nivel nacional. Para acceder al apoyo se piden dos requisitos: estar constituidos ante Notario como Asociación Civil o Sociedad Cvil y estar dados de alta ante Hacienda, así como al corriente de sus impuestos. Dichos requisitos son con el afán de hacer más transparente y legal el apoyo. No todas las organizaciones civiles son ricas, algunas apenas sobreviven.

En casos como México en Escena y similares, el único intermediario es el Estado. Todo apoyo otorgado por el Fonca está reportado transparentemente.

Muchas compañías comienzan a preguntarse si AMLO va a ordenar eliminar programas como México en Escena.

Si AMLO le quita apoyos a Compañías -conformadas como OSC-, que generan más y mejores propuestas artísticas, se corre el riesgo de terminar con la vida cultural del país.

Confío en que Alejandra Frausto y Mario Bellatin defenderán estos apoyos como México en Escena y los estímulos para que las Fundaciones sigan apostando por el Arte y la Cultura.

A la comunidad cultural les toca defender lo ganado sexenios atrás.

[1] https://www.animalpolitico.com/2019/02/recursos-organizaciones-fundaciones-intermediarios/

[2] https://www.animalpolitico.com/2019/02/amlo-osc-reclamo-organizaciones-sociedad-civil/

[3]https://www.mural.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=1618984&md5=57b37e5181b447ccfeaea25f0fafccef&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe