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Hace mucho tiempo que no se apreciaba algo igual en la pantalla grande, el presente describiendo al pasado, envolviéndonos en diferentes acontecimientos históricos que marcaron a nuestro país en la década de los años setenta. Roma es la cinta cinematográfica de Alfonso Cuarón, un mexicano que junto a un gran equipo de trabajo supo poner las piezas del ajedrez en el espacio correcto.

Desde el primer segundo de este filme podemos apreciar la televisión de los años setenta, los detalles de la inigualable colonia Roma, cada esquina, los locales, el cine clásico, la música, cada mañana la banda de guerra, los carros, el tren, las personas, la destacada frase Make Love Not War que se creó como slogan para las oposiciones contra la Guerra de Vietnam y los hechos históricos como el Mundial del México 70, el sismo que representa cada tragedia que ha superado el mexicano, el halconazo; donde los estudiantes reclamaban la liberación de los presos políticos, más presupuesto y entre otras peticiones, en la política; la campaña de Carlos Hank González (…), sin duda, en Roma se cuidaron los detalles.

Más allá de los premios, Roma está dedicada a Libo, la segunda mamá de Cuarón, quien lo cuidó desde que era bebé, también enmarca una parte importante de la historia de México y ahora es la puerta urgente a que se atiendan los derechos de las trabajadoras domésticas.

El primer paso ya se dió. En México el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presentó el programa piloto “Incorporación de las personas trabajadoras del hogar”, que dará seguridad social, prestaciones, así como fondos para el retiro a las trabajadoras domésticas, con el objetivo de que haya una igualdad de condiciones laborales con el resto de los trabajadores.

Aunque únicamente es un piloto, es un gran comienzo tras varios años de lucha que han realizado diferentes organizaciones como el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), fundada por Marcelina Bautista, que desde el 2000 ha tenido una larga batalla en materia de Derechos Humanos. Sin duda, otra mujer a la cual aplaudirle por nunca bajar la guardia y siempre mantener firme el objetivo: hacer un bien común.

Son más de 2.4 millones de trabajadoras domésticas las que han sido reconocidas  por el Estado mexicano y apoyadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues a finales del 2018 se destacó inconstitucional y discriminatorio que los patrones no estén obligados a inscribirlas al Instituto Mexicano del Seguro Social, un derecho básico que tienen todos los mexicanos y mexicanas sin importar la clase social o el cargo laboral.

No solo en nuestro país están rompiendo barreras. El mexicano Alfonso Cuarón lanzó un video a través de redes sociales solicitando al Congreso de Estados Unidos la aprobación de una ley que reconozca los derechos laborales de las trabajadoras domésticas del país vecino. Ya que el 70 por ciento cobra menos de los 13 dólares la hora y no tienen seguro social.

Las  ONG´s mexicanas y estadounidenses exigen salarios justos por el trabajo extenuante que millones de mujeres realizan a diario y desde hace años en casas ajenas.

Reverso

Me levanto de pie y le aplaudo a todo el equipo de Roma por recordarnos que vivimos en un México donde sí se puede, si luchas y donde alzar la voz ayuda a cambiar ideologías sociales y respetar los derechos humanos en todo el mundo. ¡Enhorabuena, Roma!