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Los cambios recientemente propuestos, y ya en implementación, han generado virajes en las expectativas de los agentes económicos que se traducirán en una postergación del consumo e inversión, a la espera de indicadores positivos.

Todos los agentes económicos forman suposiciones sobre el futuro que afecta el comportamiento presente. “Sobre la base de las expectativas es que se realiza la especulación, se efectúan inversiones, se solicitan y otorgan préstamos y se desarrollan muchas otras acciones básicas de la vida económica.”

Hay que tener en cuenta que la economía mundial se enfrenta a presiones y al riesgo de una desaceleración en el crecimiento del PIB mundial. En un mundo fuertemente conectado, ninguna economía importante será un oasis.

En su actualización del mes de enero el FMI, Perspectivas de la economía mundial, el organismo mostró su inquietud por el debilitamiento de la expansión mundial. Si bien las proyecciones sobre el PIB mundial solo fueron recortadas 0,2 puntos porcentuales (de 3,7% a 3,5%), el crecimiento del comercio mundial tendría una disminución cercana al 4%.

Fuente: ekonomicos.com

Esto genera incertidumbre dado el apoyo de la economía mundial en el comercio internacional. Desde la caída (10,4%), que se dio a causa de la crisis de 2009, el comercio mundial ha tenido una débil y lenta recuperación.

Esta correlación es la vez un indicador en las trayectorias de recuperación. En periodos de expansión anteriores cómo – 1985-1990 y 2002-2007- se tuvo una proporción promedio de 1,6. En términos simples: posterior a una recesión económica el crecimiento del comercio mundial fue de aproximadamente 60% más rápido que el crecimiento del PIB mundial.

Durante la expansión actual, posterior a la crisis de 2009, la relación ha promediado solo 1,0 en el periodo comparable 2012-2018.

Aunque, por el momento, el discurso proteccionista de Donald Trump se ha frenado para centrarse en la política interna, los aranceles promulgados por su parte y por China tendrán efectos económicos negativos en el corto y mediano plazo.

China que es el mayor exportador del mundo y el segundo importador más grande muestra señales de agotamiento en su demanda interna. Para 2018 las importaciones chinas cayeron un 7,6% en comparación con el aumento de 16,1% en 2017.

El panorama internacional no luce positivo para los siguientes años. Por lo que el gobierno deberá mirar hacia adentro para atraer los recursos necesarios para cumplir sus promesas. Una de las herramientas, con potencial de mejorar, es la recaudación fiscal.

De acuerdo con la OCDE los ingresos tributarios en México, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), representan 17.4%. Lo que coloca a nuestro país con la tasa de recaudación más baja de dentro de la misma.

El día de ayer, 20 de febrero, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) comunicó que puede recuperar 156 millones de pesos 468 mil pesos que adeuda AT&T. Esto como parte de un crédito fiscal que tiene la compañía de origen estadounidense con el fisco.

Fue la SCJN quién emito el fallo a favor del fisco mexicano. La empresa respondió que esta colaborando con las autoridades correspondientes y que se compromete a cumplir con las normativas y leyes aplicables en los países en los que tiene actividades. Dicho litigio era previo a la adquisición de las compañías, por lo que AT&T no vera comprometidas sus operaciones.

La compañía tenía contemplada esta eventualidad al iniciar actividades en México, por lo que sus expectativas de desarrollo no cambiaron abruptamente después del fallo judicial.

El aumentar la recaudación proveniente de empresas multinacionales y altos estratos socioeconómicos, conforme a la ley y con transparencia, será positivo para la finanzas y a la vez contribuirá a la construcción de expectativas positivas. Al mismo tiempo el gobierno podría recuperar la bandera de izquierda que ha quedado maltrecha después de los primeros meses.