Twitter: @JOHN_OLIVERA
En el sexenio del presidente Felipe Calderón se prometió un cambio general mediante una política de acción gubernamental en donde el Estado actuaría con todo el peso de la ley. Esta política panista contrajo un desequilibrio social a través de la “guerra contra el narcotráfico” y que obtuvo como resultados altos índices de inseguridad en todo el país.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto se implementaron estrategias diferentes al “terminar la guerra contra el narcotráfico” combatiendo a los líderes de cárteles que, si bien es cierto, fue el gobierno que detuvo a más líderes narcotraficantes que en otros sexenios, pero esto no fue suficiente, ya que la impunidad y corrupción crecieron de manera significativa.
¿Cuáles son las expectativas de la Cuarta Transformación?
En primer lugar, las promesas de campaña elevaron la esperanza de los ciudadanos que exigían un cambio de gobierno. Se propuso cambiar las prácticas gubernamentales en beneficio del pueblo de México combatiendo la corrupción y la impunidad.
Todos los mexicanos tenemos derecho a vivir y ser felices; es mi deseo para 2019.https://t.co/mQTmSuBK0W pic.twitter.com/US98awp0Wk
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) December 31, 2018
En segundo lugar, el compromiso de mejorar la economía del país con un crecimiento anual del 4%. Ante esto, al día de hoy ni el Banco de México ni el Fondo Monetario Internacional estiman la mitad de esta perspectiva (según artículo de La Jornada).
En tercer lugar, la erradicación de la violencia, el robo, el crimen organizado, entre otros delitos que en sexenios anteriores el mismo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, denunciaba públicamente y señalaba con el dedo a las autoridades en turno por la falta de atención y omisión a sus funciones. ¿AMLO acertó en confiar en los ciudadanos con el simple hecho de llegar a la Presidencia?
Resultados a menos de cien días de gobierno
Sería absurdo esperar resultados inmediatos y de forma radical que impulsen un cambio verdadero a la nación. Sin embargo, las acciones improvisadas, sin medición de impacto (positivo – negativo) y poco planeadas han dejado en visto la falta de experiencia por parte de los titulares de las secretarías de Estado, incluso del grupo de asesores de la Presidencia de la República. Esto ha dejado mucho de qué hablar, más cuando se crean falsas expectativas con acciones de gobierno que no es equitativo. “Gobernar para el pueblo”, pero ¿Para AMLO quién es el pueblo? ¿Será incluyente?
Reflexión
Si es absurdo esperar resultados en tan poco tiempo, también es absurdo cometer errores siendo un gobierno con poder absoluto para realizar los cambios necesarios. Las acciones de gobierno deben ser en pro de la ciudadanía en general, incluyendo a todos los sectores de la sociedad, dejando a un lado la campaña popular que solamente entorpece el progreso de México.
Un mandatario debe trabajar en conjunto con los diversos sectores de la sociedad corrigiendo los “errores” de sexenios anteriores y adoptando los avances significativos que beneficien los bolsillos de los ciudadanos. Los mexicanos necesitamos un líder que guíe a la nación sin imponer los caprichos de unos cuantos a través de la manipulación de la mayoría. Entender que el poder es para ejercerlo responsablemente. Debe existir una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Lo que queda claro es que una cosa es la perspectiva y otra la realidad. ¿Estarán en el camino correcto?
Cogito ergo sum – Pienso luego existo
–René Descartes