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La extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), 10 de octubre de 2009, ha sido una polémica política, laboral y social. La determinación del entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, no fue del cien por ciento transparente. Mediante un mensaje dirigido a la nación, Calderón anunciaba los motivos de la extinción de la paraestatal y los métodos jurídicos – administrativos que su gobierno utilizaría para llevar a cabo dicho decreto.
La realidad y lo oficial
La administración de Felipe Calderón realizó una campaña sucia en contra de los trabajadores de LyFC, dando a notar al público usuario la corrupción que existía dentro de la paraestatal [consentido por él] para hacer parecer que la entidad se encontraba en números rojos y económicamente insostenible. Además, los señalamientos de diversos medios de comunicación sobre la corrupción sindical y el abuso de poder de cierto grupo de trabajadores en contra de los usuarios. No todos los trabajadores. Pagaron justos por pecadores.
Ante esta situación, echaron a la calle de la noche a la mañana a 44 mil trabajadores, como si la decisión de extinguir una paraestatal que involucra un área prioritaria de la nación fuese un pequeño local. Los motivos se fueron descubriendo con el tiempo al igual que todos los involucrados. En primer lugar, el pillaje y complicidad de Felipe Calderón con su gobierno junto con el líder sindical y tesorero de ese momento, Martín Esparza Flores y Alejandro Muñoz Reséndiz, quienes planearon y llevaron a cabo la dicha extinción dejando casi en estado de indefensión a los miles de trabajadores. El teatro justificado fue una disputa entre Martín Esparza y Alejandro Muñoz por la Secretaría General.
Transformación del SME
Derivado de este conflicto, en 2010, Jorge Sánchez García tomó el liderazgo del sindicato. Líder sindical que anteriormente tuvo el cargo de Secretario General en el periodo 88 – 94 y quien impulsó una lucha en aquellos años para extinguir a la Compañía Mexican Light & Power Comani para crear Luz y Fuerza del Centro, otorgando mejores condiciones laborales para los trabajadores.
Jorge Sánchez a través de diversas demandas y amparos logró en estos 9 años obtener el reconocimiento de la personalidad jurídica como secretario general interino por parte del Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. Sin embargo, desde el 2010, el gobierno ha negado las demandas y amparos para reconocer el Convenio de delimitación de Zonas y Materia de trabajo, así como otras en materia económica y laboral.
Reflexión
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene la oportunidad de cambiar la historia del sindicalismo mexicano. Tema abandonado durante muchos años, elevándose el número de líderes charros como Martín Esparza Flores, Rosendo Flores, Jorge Tapia Sandoval, entre otros exlíderes del SME que durante 9 años han recurrido a la simulación para llamar la atención del Gobierno federal pretendiendo ser tomados en cuenta. Esparza Flores ha sido señalado públicamente por desvíos de recursos, enriquecimiento ilícito y traición por los mismos miembros del sindicato.
Jorge Sánchez pide jurídicamente ante las autoridades el respeto al Estado de derecho para los trabajadores y jubilados. Limpiar el nombre del Sindicato Mexicano de Electricistas y rescatar el sistema eléctrico nacional en beneficio del pueblo mexicano. ¿El presidente de la República respetará el Estado de derecho?