Twitter: @IngridScarlett

Las mujeres en la Ciudad de México salieron a tomar las calles el pasado sábado 2 de febrero ante las constantes violencias que vivimos, convocadas por redes sociales en protesta por los feminicidios y los presuntos intentos de secuestro dentro de las instalaciones del metro contra mujeres. El punto de encuentro fue el monumento a la Madre de ahí el contingente partió hacia el Zócalo capitalino, se registró una participación de casi tres mil participantes.

Es imposible andar con una venda en los ojos ante esta triste y cotidiana realidad  la seguridad para mujeres es un tema pendiente y en las marchas parece que no es suficiente con mostrar las mantas y consignas demandando justicia  hace falta conciencia social y responsabilidad para cuidar a nuestras mujeres. Los feminicidios son un flagelo que azota la paz y tranquilidad de cada una de nosotras.

Como una sombra es ese temor al viajar en el transporte público, los niveles de inseguridad en la calle aunado a las recientes violencias señaladas por mujeres en las redes sociales son la entorno imperante que forma parte de la cotidianidad, ¡de terror! escuchar esas historias recientes del Sistema de Transporte Colectivo, porque este es la columna vertebral de la movilidad en la Ciudad de México ya que conecta a otros puntos y paraderos a otros tipos de transporte donde miles de mujeres tienen que utilizar para cumplir con sus actividades diarias.

Aumentar la labor de seguridad  y confiar nuevamente en nuestras autoridades es urgente ya que su funcionalidad  ha sido cuestionado ampliamente, la mayoría de las y los mexicanos creen que denunciar un delito no llevará a castigar al culpable por eso optan por no hacerlo se cree que en los ministerio públicos no se logrará nada. Como habitante de la Ciudad de México estoy convencida que es importante denunciar esto permite a las autoridades tener una pista más certera del modus operandi de los delincuentes.

¡Mujeres cuidémonos entre nosotras!  Porque no es normal salir de casa con miedo y regresar a casa con esa incertidumbre.