Twitter: @ChristianCB06
En 1988 el PRI tenía el control absoluto de los 31 gobernadores y de la entonces Regencia del Distrito Federal. En ese año logró mantener la Presidencia de la República con Carlos Salinas de Gortari ante una elección muy cuestionada que en términos territoriales y electorales dejó mermado al priismo en Baja California, Distrito Federal, estado de México, Michoacán y Morelos, principalmente.
En consecuencia, un año después (1989) Baja California se convirtió en la primera entidad federativa en ser gobernada por un partido político opositor al régimen presidencialista. Este hecho, impulsó la participación ciudadana y el crecimiento de la oposición política en distritos electorales, y municipios, principalmente en la franja norte del país.
En este sentido, el triunfo del PAN en Baja California puede considerarse como el símbolo de las alternancias estatales en México, porque, evidenció el desgaste del PRI en su forma de gobernar y capitalizó su plataforma ideológica fisurando el monopolio que tenía el PRI en las entidades federativas, pasando de oposición a gobernar uno de los estados más importantes del norte de México.
Ser de oposición es ser insurgente, ser de oposición es querer hacer un México mejor para todos. pic.twitter.com/ShaXSnajRr
— Ernesto Ruffo Appel (@RuffoAppel) 4 de octubre de 2018
La alternancia en Baja California representó un cambio político que trazó el camino de la competitividad electoral y la pluralidad a nivel local, lo que, posteriormente se trasladó al ámbito federal en 1997 cuando el PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y en el 2000 cuando fue derrotado en la elección presidencial.
A 30 años de gobiernos panistas, Baja California será nuevamente el escenario de una contienda electoral donde la alternancia está en el centro de la agenda político-electoral, dejando con pocas posibilidades de triunfo a la continuidad que representa el PAN en el gobierno estatal, debido a su desgaste y excesos en el ejercicio del poder, y a la fuerza política que hoy representa Morena en la entidad y a nivel nacional.
Baja California vive un contexto político diferente al de 1989, ya que, la oposición representada por Morena es a nivel nacional la mayor fuerza electoral, distinta al PAN de los ochenta que era minoría y luchó contra el régimen presidencialista del PRI.
Baja California será para el presidente Andrés Manuel López Obrador una prueba de legitimidad y ratificación ciudadana en el norte de México, así como, lo fue para el ex mandatario Carlos Salinas de Gortari.
Baja California sería el escenario donde Morena a través de la alternancia podría evidenciar y ratificar el desgaste político del PAN en el gobierno estatal y a nivel nacional, así como, los panistas lo hicieran en 1989 con el PRI. También, Morena lograría obtener una entidad clave para difundir su plataforma ideológica por la franja norte de país y capitalizar el apoyo de los connacionales que viven en los Estados Unidos, y de los migrantes centroamericanos que se queden a vivir en este estado con miras a obtener la ciudadanía mexicana.
Baja California con el PAN fue pionera en la franja norte de México en lograr en 1989 la alternancia en el poder estatal, hoy es la entidad federativa (con sus 5 municipios) más beneficiada a través del Decreto de Estímulos Fiscales de la Región Frontera Norte, que reduce el Impuesto al Valor Agregado del 16 al 8%; el Impuesto Sobre la Renta del 30% al 20%; un aumento al salario mínimo quedando en $176,72 pesos diarios y la homologación de los precios de los combustibles con los estados fronterizos de la Unión Americana, con la finalidad de fomentar la competitividad, el poder adquisitivo, el desarrollo y crecimiento económico de esa zona del país.
Baja California representó un cambio político que determinó la competitividad electoral a nivel local, pero si gana Morena podría ser lo contrario, ya que se vislumbra un control absoluto, por lo que, la pluralidad política estaría en riesgo.
Baja California no es ajena a la incertidumbre social, política y económica que vive nuestro país, por tal motivo, el desgaste que está teniendo el gobierno federal en sus primeros meses podría ser factor para que Morena no se lleve todos los cargos a elegirse el próximo 2 de junio en la entidad bajacaliforniana.
Luchamos con la sociedad por recuperar la justicia social pic.twitter.com/pP9U7D0jiW
— Jaime Bonilla Valdez (@Jaime_BonillaV) 29 de enero de 2019
En mi próxima columna realizaré el análisis electoral sobre esta entidad federativa.