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La opinión internacional está dividida entre una falsa dicotomía entre el “bien y el mal” donde los intereses geopolíticos y militares son los que ponderan la balanza del poder y razón.
Maduro reconocido a nivel mundial por ser un dictador que ha violentado los derechos humanos del pueblo venezolano apelando a más de una falacia ad antiquitatem en su discurso donde evoca a los antiguos héroes defensores de la patria para justificar sus actos de autoritarismo.
Es evidente la crisis humanitaria que vive Venezuela, la corrupción en materia de salud ha traído de vuelta enfermedades como la Malaria, sí esa enfermedad que ya estaba erradicada de América Latina esto a consecuencia de la falta de distribución de vacunas a la población, las constantes violaciones a derechos humanos, la persecución política al expresarse en contra del régimen, el Cartel de los Soles y un sinfín de etcéteras.
Ante eso los países interesados en restablecer parámetros democráticos en Venezuela han tomado la decisión de reconocer a Juan Guaidó como representante, un sector señala que más allá de ser el represente de la oposición en Venezuela Guaidó representa los intereses auspiciados por personajes de ultraderecha con Jair Bolsonaro o el controvertido Trump.
¿Un golpe de Estado orquestado por el intervencionismo? ¿Un golpe de Estado generado al interior?
En resumen los países de Cuba, Rusia, Bolivia, Nicaragua, Corea del Norte, China, Iran y Turquia, apoyan a Maduro por su parte Canadá, EE.UU, y la mayoría de América Latina, es decir Argentina, Brasil, Chile, Colombia Costa Rica Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, también Puerto Rico también ofrece su apoyo a Guaidó. México y Uruguay mantienen la postura de fomentar el diálogo. La Unión Europea manifestó su reconocimiento a la Asamblea Nacional.
En política nada es casualidad y después de la ruptura de relación entre Estados Unidos y Venezuela exclamado por Nicolás Maduro argumentando que es una intervención extranjera por parte del “gobierno imperialista de Trump”, si bien como dicen el diablo está en los detalles y es que Venezuela tiene una de las mayores reservas petrolíferas en el mundo esta riqueza no es ajena a los ojos de otros países.
También es verdad que el movimiento interno de oposición en el mandato del líder Bolivariano ha dado pie para que la comunidad internacional se una hacia el fortalecimiento del ideal de cambio con el objeto de presionar y declarar ilegitimo su gobierno. Venezuela es un pueblo polarizado dividido por malas decisiones, los errores y las prácticas antiguas de política han sido el caldo de cultivo perfecto para acrecentar algunos conflictos entre naciones.
Yo estoy con el pueblo Venezolano mi solidaridad ante sus dificultades que la paz social este con ustedes, que su mandatario sea justo, se merecen una democracia fuera de los intereses particulares en su gobierno e instituciones.