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A unos cuantos días del lamentable suceso en Tlahuelipan, Hidalgo, donde un ducto de Petróleos Mexicanos (PEMEX) fue perforado con la intención de robarse el combustible. Los “huachiloleros” llenaban decenas de bidones de éste líquido cuando por accidente comenzó a incendiarse, dicha perforación generó una explosión de gran magnitud dañando severamente a las personas que se encontraban cometiendo el delito. Éste accidente provocó la muerte de 85 personas y 58 heridos con gravedad.

¿Quiénes son los responsables?
Únicamente los delincuentes. La irresponsabilidad de las personas llevó de un acto delictuoso a ser una tragedia donde varios menores de edad tuvieron laceraciones en gran parte de su cuerpo.
Por otro lado, se encontraban autoridades observando el robo de combustible sin hacer algo al respecto. Específicamente, la corresponsabilidad recae en los policías municipales y de algunos integrantes de la Marina. La obligación que tienen dichas autoridades es salvaguardar la integridad de la ciudadanía, por lo tanto, es clara su omisión, ya que dejó consecuencias.
Siendo objetivos, no se le puede culpar al Presidente de la República por los hechos sucedidos, ya que las acciones empleadas por su administración no fueron consecuencias de derecho ni mucho menos moral. Su actuación fue responsable al ordenar el apoyo inmediato para los afectados y sus familias. No se puede aceptar el abuso de las familias que solicitaron indemnizaciones millonarias, es una burla. Es inaceptable el reclamo hacia el gobierno federal por delitos cometidos por sus familiares, los huachicoleros.
¿Cuándo terminará el robo de combustible?
No tiene fin. Mientras exista la corrupción es muy difícil que se deje de cometer este tipo de delitos. No existe una autoridad que ponga orden en los territorios. Entonces ¿Para qué está la Marina y los policías territoriales? Es vergonzoso que, teniendo “autoridades” presentes durante el robo de combustible no hayan actuado como es debido, tampoco que no haya ningún detenido, pero sorprendente que se tenga como resultado 85 muertos y 58 heridos. Sin duda alguna, esto pudo haberse evitado con la actuación preventiva e inmediata de quienes aseguran ser autoridad.
Muchos opinan sobre la mala estrategia implementada por Andrés Manuel López Obrador, es aceptable, ya que no se ven reflejados los resultados que se mencionaban cuando se planteó públicamente dicha estrategia en contra del huachicoleo.
AMLO mencionó durante una declaración que no se cerrarían los ductos nuevamente, ya que es más costoso transportar combustible en pipas, por lo cual continuará el abastecimiento por ductos.
Reflexión
Uno de los grandes errores que se le puede añadir a López Obrador es confiar en todos los ciudadanos y creer que serán honestos como él lo expresó públicamente en diversas entrevistas. “El presidente y los funcionarios de PEMEX ya tampoco van a robar” “Si el Presidente es honesto, los gobernadores también van a ser honestos, los presidentes Municipales y todo el pueblo porque no van a tener necesidad de robar”. Claro está que es una mala idea apostarle al pueblo “honesto”, y creer que al llegar a la presidencia todo cambiaría de la noche a la mañana, por lo menos así lo creyó López Obrador. Mala decisión.
Culpar a otros por la situación actual del país y beneficiarse públicamente para simpatizar con los ciudadanos es un acto de cobardía. No mentir, no robar no engañar al pueblo de México.