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Para completar el refrán me parece más adecuado hablar de un México que no siente, ¡pero lo que está pasando! Y lo que ocurre es que entre el plan medias del equipo obradorista, los recientes “aciertos” de Rocío Nahle, Secretaria de Energía, y la tan mal recibida cartilla moral desplegada por el Gobierno de México durante la presentación del programa de pensión para adultos mayores ¿A quién se le ocurrió tan novato error? ¿Qué pasa con la estrategia de comunicación en Presidencia?
Retorno a mis acusaciones en el primer renglón y en seguida me explico, hace días que se implementó, con sus debidos efectos, el cierre a ductos de Pemex para combatir el crimen organizado, algunos en contra, otros a favor de la medida. El caos se apoderó de los buenos pero impacientes chilangos que faltaba poco para que se expresaran de a ‘chévere’.
Sin peces gordos aún, ahí tenemos la acción que dizque acabará la corrupción que hoy todavía nubla la crítica del pueblo espectador, pero más temprano que tarde nos aburriríamos del escenario que Andrés Manuel López Obrador trajo hasta nosotros.
Entonces llega la Cartilla moral (aplausos), si la gente de comunicación social de Peña Nieto arrolló la buena imagen que aunque no lo crean llegó al inicio a tener, pues los nuevos pueden hacer lo mismo:
“Vamos a reeditar una de las exposiciones literarias del gran Alfonso Reyes y a distribuirla en el evento de presentación correspondiente a uno de los ejes de este sexenio, opacándolo como con el otro programa de los chavos”.
Así acordaron pienso. Me preocupa menos que a mis colegas feministas el uso lingüístico de “hombre” para comunicarnos un tratado del gran humanista referido, el cual descontextualizan y satanizan, justo como la falta de intenciones religiosas del difunto escritor.
Señores, no se me ofendan, el texto fue escrito hace 70 años, el error cae en que hoy la SEP lo reedita, pero en la portada nada más, y el presidente continúa buscando la unificación nacional mediante librillos que con desgracia pero acierto serán castigados por los mexicanos, y en hechos más lamentables, ignorados aún con el valioso contenido que les guste o no tiene. En lo personal, la molestia es con un Gobierno que llega haciendo alarde con una doctrina implícita en un texto que no es deber de ninguna institución acercar en aras de línea política.
Te compartimos la Cartilla Moral de Alfonso Reyes — una guía de respeto que habla del amor a la Patria, a la naturaleza y a los demás.
La verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia y con el prójimo.
Consulta el documento??https://t.co/OtIK7WGm4Q pic.twitter.com/5ufbsy25Vb
— Gobierno de México (@GobiernoMX) January 14, 2019
Así es como nos vamos sumergiendo banalmente en temas de agenda pública, porque todos hemos llegado a pensar que lo que vemos y escuchamos tiene mayor relevancia a lo que no. Un tema de comunicación por malas estrategias de implementación o la continuidad en redes sociales a un tema de seguridad nacional del cual muy pocos en medios son expertos, es lo que retumba. Pero dejamos de lado causas que con seguridad serán definitorios en el panorama del sexenio de Andrés Manuel.
Les presento las audiencias públicas para la discusión y dictamen de la Guardia Nacional, las comparecencias que tienen por fin la designación tardía de un Fiscal General con dos de los hombres cercanos al presidente que podrían quedar al mando, los programas de asistencia social opacados, la construcción del Tren Maya y las consecuencias notorias de una mala jugada respecto al Aeropuerto que estaba dispuesto para Texcoco. Vemos dos temas y en lo oscurito ya dispusieron todos los buenos.